La importancia de nuestras tradiciones
El mes de octubre siempre ha tenido mucho significado para mí, no porque haya nacido un día de octubre sino porque me hace recordar mucho mi niñez y las tradiciones que en ese mes pude gozar, sentir y vivir cuando vivía en Perú. Hace varios años escribí algo al respecto que lo llamé "Que verde era mi valle", ya que contaba algunas anécdotas vividas por mí en mi antiguo barrio limeño. Dos años después lo cambié de nombre en homenaje a ese mes que tanto significa para mí, pero, sobretodo, para resaltar más a nuestras tradiciones, para que no se olviden ni vayan a desaparecer, como ya han desaparecido algunas de ellas.
Nuestras tradiciones es una de las mejores herencias que nos dejaron nuestros antepasados y que podemos dejarle a las generaciones futuras. A través de ellas mostramos las costumbres, creencias, manera de pensar y valores del pueblo peruano. Ellas nos identifican como peruanos.
A pesar de ser importantes en la vida de un pueblo, muchos peruanos conocen nuestras tradiciones tan sólo gracias a los escritos de Ricardo Palma o las pinturas de Pancho Fierro. En muchos casos están olvidadas o son del todo desconocidas, por ello el rescate de nuestras tradiciones tiene gran valor para quienes amamos lo nuestro.
Un país sin tradiciones es un país que perderá fácilmente su idiosincracia e identificación. Nuestros bardos criollos siempre han tenido muy presente la importancia de las tradiciones en el pueblo. El gran Oscar Avilés dijo una vez lo siguiente: "El día que las tradiciones se pierdan totalmente, se habrá perdido la identidad peruana."
El compositor Lorenzo Humberto Sotomayor, en su vals "Lima de mis Amores", nombra a las tradiciones, a Ricardo Palma y al poeta José Gálvez... "Lima de mis amores, aquí tienes tu canto / en la voz de un limeño que te ama de verdad, / que conoce con Palma tus bellas tradiciones / y recuerda con Gálvez la Lima que se va."
César Miró y Filomeno Ormeño, nombran a la tradicional procesión de la Virgen del Carmen en su vals "Se va la paloma". Nuestra Chabuca Granda nombra a la desaparecida "Fiesta de Amancaes" en su vals "José Antonio". Una fiesta costumbrista que formaba parte de las tradiciones de la ciudad de Lima y que se llevaba a cabo en la Pampa de Amancaes, en el tradicional distrito del Rímac. Hoy en día el amancay ha desaparecido por completo del Rímac y la Pampa de Amancaes queda sólo en el recuerdo y en la letra de algunas canciones criollas que la mencionan.
Don Mario Cavagnaro habla sobre la tradicional procesión del Señor de los Milagros en su vals "Lima de Octubre". Manuel Raygada describe a la tradicional Lima criolla en su vals "Acuarela Criolla". Alicia Maguiña nos relata a los pregones en el vals "Viva el Perú y Sereno"... "A las seis es la lechera / y a las siete la tisanera, catay, / a las ocho el bizcocho, chumay, / a las nueve el sanguito, compay, / a las diez los jazmines sí / ¿Muchachita no hueles ya? / a las once la chicha catay, / a las doce el sereno chumay / ¡Ave María Purísima! / ¡Viva el Perú y Sereno! ".
Así como los ejemplos antes mencionados, hay más que nos han dejado nuestros bardos para hacernos entender, comprender y tomar conciencia, de lo importante que son las tradiciones para un país. Hay que tener presente que incentivando la educación, los valores morales y el amor por nuestra cultura, costumbres y tradiciones es una manera de sacar adelante al Perú, puesto que estamos enseñando a amarlo.
El mes de octubre está lleno de tradiciones, por ello es un mes muy significativo para los peruanos, siendo el deber de nuestras autoridades y todo grupo, entidad u organización cultural, el difundirlas e inculcarlas en el pueblo para que se sigan transmitiendo de generación en generación y no se pierda la identidad peruana.
Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au
El mes de octubre siempre ha tenido mucho significado para mí, no porque haya nacido un día de octubre sino porque me hace recordar mucho mi niñez y las tradiciones que en ese mes pude gozar, sentir y vivir cuando vivía en Perú. Hace varios años escribí algo al respecto que lo llamé "Que verde era mi valle", ya que contaba algunas anécdotas vividas por mí en mi antiguo barrio limeño. Dos años después lo cambié de nombre en homenaje a ese mes que tanto significa para mí, pero, sobretodo, para resaltar más a nuestras tradiciones, para que no se olviden ni vayan a desaparecer, como ya han desaparecido algunas de ellas.
Nuestras tradiciones es una de las mejores herencias que nos dejaron nuestros antepasados y que podemos dejarle a las generaciones futuras. A través de ellas mostramos las costumbres, creencias, manera de pensar y valores del pueblo peruano. Ellas nos identifican como peruanos.
A pesar de ser importantes en la vida de un pueblo, muchos peruanos conocen nuestras tradiciones tan sólo gracias a los escritos de Ricardo Palma o las pinturas de Pancho Fierro. En muchos casos están olvidadas o son del todo desconocidas, por ello el rescate de nuestras tradiciones tiene gran valor para quienes amamos lo nuestro.
Un país sin tradiciones es un país que perderá fácilmente su idiosincracia e identificación. Nuestros bardos criollos siempre han tenido muy presente la importancia de las tradiciones en el pueblo. El gran Oscar Avilés dijo una vez lo siguiente: "El día que las tradiciones se pierdan totalmente, se habrá perdido la identidad peruana."
El compositor Lorenzo Humberto Sotomayor, en su vals "Lima de mis Amores", nombra a las tradiciones, a Ricardo Palma y al poeta José Gálvez... "Lima de mis amores, aquí tienes tu canto / en la voz de un limeño que te ama de verdad, / que conoce con Palma tus bellas tradiciones / y recuerda con Gálvez la Lima que se va."
César Miró y Filomeno Ormeño, nombran a la tradicional procesión de la Virgen del Carmen en su vals "Se va la paloma". Nuestra Chabuca Granda nombra a la desaparecida "Fiesta de Amancaes" en su vals "José Antonio". Una fiesta costumbrista que formaba parte de las tradiciones de la ciudad de Lima y que se llevaba a cabo en la Pampa de Amancaes, en el tradicional distrito del Rímac. Hoy en día el amancay ha desaparecido por completo del Rímac y la Pampa de Amancaes queda sólo en el recuerdo y en la letra de algunas canciones criollas que la mencionan.
Don Mario Cavagnaro habla sobre la tradicional procesión del Señor de los Milagros en su vals "Lima de Octubre". Manuel Raygada describe a la tradicional Lima criolla en su vals "Acuarela Criolla". Alicia Maguiña nos relata a los pregones en el vals "Viva el Perú y Sereno"... "A las seis es la lechera / y a las siete la tisanera, catay, / a las ocho el bizcocho, chumay, / a las nueve el sanguito, compay, / a las diez los jazmines sí / ¿Muchachita no hueles ya? / a las once la chicha catay, / a las doce el sereno chumay / ¡Ave María Purísima! / ¡Viva el Perú y Sereno! ".
Así como los ejemplos antes mencionados, hay más que nos han dejado nuestros bardos para hacernos entender, comprender y tomar conciencia, de lo importante que son las tradiciones para un país. Hay que tener presente que incentivando la educación, los valores morales y el amor por nuestra cultura, costumbres y tradiciones es una manera de sacar adelante al Perú, puesto que estamos enseñando a amarlo.
El mes de octubre está lleno de tradiciones, por ello es un mes muy significativo para los peruanos, siendo el deber de nuestras autoridades y todo grupo, entidad u organización cultural, el difundirlas e inculcarlas en el pueblo para que se sigan transmitiendo de generación en generación y no se pierda la identidad peruana.
Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au
No hay comentarios.:
Publicar un comentario