domingo, diciembre 24, 2006

Los Niños de la Calle

Los Niños de la Calle
Por: Victor Hurtado Riofrio

Existen en el mundo mas de100 millones de niños que viven en las calles, de los cuales solo una pequeña fracción recibe ayuda de entidades no gubernamentales. Segun el programa de "Las Naciones Unidas para el Desarrollo", el problema de los "Niños de la Calle" va en aumento y no se ha encontrado todavia el mecanismo para solucionarlo.
Estos niños son las caras sin rostros que deambulan y se educan en el entorno callejero, no conocen otra forma de vida, ellos son como son y se les conoce como "Los Niños de la Calle".
El fenomeno de "Los "Niños de la Calle" es fruto del imparable crecimiento urbano, la reproduccion irresponsable que deriva en pobreza y la falta de alternativas, que sin lugar a duda provocan el abuso, el abandono y la explotación de estos seres inocentes.
Algunos huyen de la violencia en sus propios hogares, para encontrar muchas veces el maltrato y el abuso por los que se aprovechan de su condicion y nesecidades. Otros se ven obligados a buscar trabajo a temprana edad, por que sus padres no los pueden mantaner y muchos de estos niños a veces ni siquiera saben de su proceder. Esa niñez desprotegida practica la "Mendicidad" y el "Ambulintismo"; a diario los podemos ver en las esquinas limpiando cristales de los autos, limpiando botas o en los autobuses cantando, pregonando o haciendo todo lo que este al alcance para poder llevar a sus humildes viviendas, un pan para compartirlo con sus hermanitos mas pequeños.
El futuro de estos niños ya lo conocemos: "La Delincuencia", "El Alcoholismo", "La Prostitución", "Las Drogas" y en la mayoria de los casos "La Muerte" .
En estas fechas navideñas donde la celebracion, los regalos y la abundancia reyna en muchos de nuestros hogares, hagamos una pequeña reflexión y tengamos un gesto noble, para lograr rescatar la sonrisa de un "Niño de la Calle"


Niño Tu….

Autor: Victor Hurtado Riofrio


Llego el amanecer de un diá cualquiera
en su casita humilde un niño que despierta
tiene que trabajar pese a su corta edad
solo tiene siete años, hermanitos y mamá

El siempre se pregunta, donde esta mi Papá?
por que me abandono? nunca lo conoci
la calle lo hizó hombre solo a sus cinco años
la tristeza y la pobreza van de la mano con el

Niño tu, que en el espejo de la vida hoy te ves
eres producto de esta injusta sociedad
niño tu……..niño tu
Niño tu, que muchas veces te dormiste sin comer
quizá pensando en el mañana que tendras
niño tu……….niño tu
Niño tu, ni un juguete, ni un regalo en navidad
solo el recuerdo de una amarga soledad
niño tu………niño tu
Niño tu, perdona al mundo y a los que viven en el
que tu revancha no te lleve a delinquir
niño tu........niño tu
Niño tu, quiero pedirte que no dejes de luchar
no pierdas nunca la esperanza ni la fe
niño tu...niño tu

Niño tu, siempre has el bien si importar a quien
que un alma generosa en tu camino
has de encontrar niño tu......niño tu

***********

La Navidad es de los niños

La Navidad es de los Niños

Hablando de los niños y de la navidad que está muy cerca, dicen que La Navidad es de los Niños, eso quiere decir que la navidad es de todos ya que todos tenemos un niño dentro que si lo dejáramos salir más seguido muchas cosas serían diferentes, por eso es necesario prestarle más atención a ese niño que en muchos casos se encuentra rechazado y hasta olvidado. No podemos rechazar una parte de nosotros mismos y seguir manteniendo una armonía interna. Tómate algún tiempo del día, aunque sea unos minutos y habla con tu niño interior, hazle sentir que pese a todo tú estarás siempre allí.

Los niños son el futuro del mundo y depende mucho la formación y el ejemplo que les demos, así como la alegría y tranquilidad que les podamos brindar para que ellos crezcan llenos de optimismo y con un espíritu positivo en la vida. Por lo tanto, no debemos esperar que sea navidad para hacerles sentir que los queremos, puesto que todos los días debemos brindarles amor, cariño, cuidado, ternura y alegrías, ya que ello se verá reflejado en su conducta y manera de ser cuando lleguen a convertirse en adultos.

Nuestra historia, tradiciones, costumbre y cultura es el mejor legado que podemos dejarle a los niños peruanos, ya que por medio de ellas aprenderán a respetar y amar más a nuestra patria, como también a autoestimarse. En los adultos está el incentivar y promover la educación y cultura en nuestra niñez.

Lamentablemente, en el Perú muchos niños tienen que trabajar desde muy temprana edad para ayudar en el sostenimiento del hogar, y a pesar de las duras tareas que tienen que desarrollar, los castigos que a veces le impone la sociedad y la vida, las carencias que afrontan y demás problemas del que ellos no son culpables, ellos no dejan de sonreír, ya que la sonrisa es algo propio en ellos. Ojalá que podamos construir y hacer realidad los sueños de todos los niños del mundo, en paz, con amor y justicia.

LA SONRISA DE UN NIÑO
Por Dario Mejia

La sonrisa de un niño siempre nos cautiva,
nos alegra el día, nos llena el alma, nos motiva,
nos brinda paz, nos alimenta como si fuese comida
y sobre todo nos hace ver lo hermosa que es la vida.

La sonrisa de un niño no es fingida, la brinda con placer,
es natural, es espontánea, es algo que le nace hacer...
le sale del corazón y nos la brinda con mucho cariño,
con su maravilloso y sincero amor de niño.

La sonrisa de un niño tiene un valor inimaginable, es muy querida,
es un tesoro que todos quisieran tener toda la vida...
nos conmueve, nos compra, nos llena de ternura,
nos vuelve niños otra vez y nos corta la amargura.

La sonrisa de un niño es tan necesaria,
tan ansiada y tan deseada en nuestra vida diaria...
pero a veces ellos no pueden sonreír,
no hay motivo ni incentivo para reír.

La sonrisa de un niño a veces se pierde sin delicadeza
y sus inocentes rostros sólo reflejan tristeza...
sobre todo cuando la vida les ha sido adversa y llena de dolores
sin tener ellos la culpa de los errores de los mayores.

Construyamos un mundo mejor para habitar
un lugar donde los niños no dejen de sonreír ni de jugar...
donde la luz de la esperanza brille siempre en sus corazones,
esa luz que los mantendrá felices y que para sonreír les dará mil razones.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

Navidad del Niño

Navidad del Niño

La navidad siempre está llena de recuerdos que son inborrables para muchos de nosotros ya que, mayormente, son momentos en los cuales uno ha compartido mucho amor de familia que tiene más valor que cualquier regalo que hayamos, o no, recibido. Con el correr de los años, en muchos hogares, se ha ido perdiendo el verdadero sentido de la navidad. Es tarea de todos nosotros el inculcar e incentivar en los niños, de ahora, el sentido de amor y unión que tiene la navidad, que muchos de nosotros lo hemos volcado en la entrega de un regalo que más que un presente significa el hacer sentir a un niño que nos acordamos de él o ella.

A todos nos gusta o al menos nos ha gustado recibir un regalo por navidad. Cuando niños esperábamos con ansias la navidad porque ello significaba tener algún regalo por más humilde que éste sea. Ahora nos alegra más el dar que el recibir ya que tratamos como sea de hacer sentir a nuestros hijos, sobrinos u otros niños que queramos, de lo mucho que ellos significan para nosotros.

Mi familia, en Lima, acostumbra reunirse en la casa de mis padres para recibir la navidad todos los hermanos en compañía de sus hijos. En la sala ponen todos los regalos, que hacen una montaña, y mis sobrinitos más pequeños son los que van leyendo cada tarjeta con el nombre de para quien es el regalo. Es una experiencia muy bonita el ver la alegría en los rostros de mis sobrinos esperando que los llamen para recibir su regalo.

En una oportunidad, hace algunos años atrás. Uno de mis sobrinos mayores se molestó porque no le habían comprado lo que él quería. A pesar que había recibido varios regalos muy buenos, parece que él quería algo que ya se había agotado y mi hermana mayor no se lo pudo conseguir. Mi sobrino mostraba su enojo sentado en un sillón y el segundo de mis hermanos, el arquitecto, se le acercó y calmadamente le dijo de que esa montaña de regalos que había en la sala, nosotros no la tuvimos de niños... hubieron años en que no tuvimos, siquiera, un regalo en nuestra sala esperando por nosotros... en la víspera de navidad solíamos hacer nuestra cola en un convento que había muy cerca de nuestra casa para recibir allí cualquier regalo que nos quieran dar, y nuestra taza de chocolate con ello. Mi sobrino nunca había sabido ello, pero creo que fue mejor hacérselo saber tanto a él como a los demás que habían escuchado también. La rabieta se le pasó y desde allí nunca ha vuelto a reclamar por si le regalaron lo que esperaba o no.

Esas navidades sin regalos, muchas veces, pero llenas de mucho amor de familia trae también a mi memoria una historia parecida vivida por el gran compositor Augusto Rojas Llerena a fines de 1948. Faltaban pocos días para que sea Navidad y Augusto Rojas Llerena había concurrido a una reunión en el Jr. Trujillo, en el Rímac. Al retirarse, siendo ya de madrugada, reparó en un niño que se encontraba observando los juguetes que se exhibían en la vitrina de una de las tiendas. La cara triste del niño aquel que miraba juguetes inalcanzables para él, conmovió a nuestro gran compositor y le hizo recordar sus días de infancia llena de privaciones. Fue así que camino a su casa y pensando en lo triste que es a veces la Navidad para muchos niños, fue hilvanando una canción que llegaría a engrandecer el pentagrama criollo del Perú, "Navidad del Niño".

Han pasado más de 50 años y "Navidad del Niño" sigue entonándose, al igual que otras canciones del compositor barrioaltino que han enriquecido nuestro acervo popular costeño, como los valses "Amada mía", "Milagro", "Mi retrato", "Pobre mujer", "Presentimiento", "Rencor" y "Rosa de América".

En la Navidad nos gusta ver alegres a nuestros niños con algún regalo que les demos, pero ello no debe hacernos olvidar que también tenemos el deber de enseñarles a saber valorar las cosas y a entender que si muy bien él o ella tuvo la suerte de recibir algo, hay muchos niños en el mundo que no tienen esa suerte. Con nuestras actitudes, con lo que pongamos de nuestra parte, con el esfuerzo que podamos hacer, tal vez podamos lograr que la navidad de otros niños sea diferente en el futuro.

Navidad del Niño
(Vals Peruano)
Autor: Augusto Rojas Llerena

Navidad del niño, ilusión primerade los que pudieron tener un flautín;
mientras que en la esquina transparente luce,la hermosa vidriera un gran carrusel,
hay una carita que muy triste dice:quizás algún día se acuerden de mí.

Señor, si de mí te has olvidado,dile al mundo que me has dadoel consuelo de esperar;
por qué nací sin hogar,seguiré peregrinandoy así tendré que rodar.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

viernes, noviembre 24, 2006

El sueno de un criollo

El sueño de un criollo

El 18 de octubre de 1944, el Presidente Manuel Prado Ugarteche da la Resolución Suprema que establece que el 31 de octubre de cada año se celebraría el "Día de la Canción Criolla", con la finalidad de exaltar los aires costeños de la música peruana.
Pero, la idea de tener esa celebración no salió de parte de las autoridades, sino que se debió a las persistentes gestiones de un amante del criollismo, Juan Manuel Carrera del Corral, quien tenía el sueño de que nuestra música criolla pueda tener un día en el que se le recuerde y celebre como se debe. Juan Manuel Carrera del Corral nació el 11 de mayo de 1904 en la ciudad de Lima.
Fue creciendo a la par con el crecimiento de la música criolla por la cual llegó a tener un gran amor, cariño y pasión. El no era cantante ni músico, puesto que no sabía tocar ningún instrumento. Sin embargo, sentía muy dentro nuestra música y ese sentimiento hizo que naciera dentro suyo el deseo de hacer algo por ella; el hacer que sea posible, por parte de las autoridades, un reconocimiento oficial que exalte nuestro criollismo... y ése fue su sueño.
Carrera era aficionado a las corridas de toros, peleas de gallos, jaranas y, sobre todo, era gran devoto de nuestro Señor de los Milagros, habiendo sido también cargador de sus andas.
Fue muy querido en vida por su bondad, nobleza y don de gente que siempre demostró ser. Aunque a veces fue incomprendido, quizás por ser un soñador que tuvo un sueño difícil de que se haga realidad en esa época. Trabajaba como operario en "El Comercio" y su amor por el criollismo lo llevó a ser Presidente del Centro Musical "Carlos A. Saco". Dicho centro musical fue el primero en su género y estaba localizado en la Plaza Buenos Aires, en la esquina de las calles Acequia de Islas y Los Naranjos, actual esquina del Jr. Huánuco con el Jr. A. Miró Quesada, Barrios Altos de Lima. Se fundó, el centro musical, en el año de 1935 en homenaje a ese gran compositor, guitarrista y pianista que fue Carlos A. Saco, quien falleció el 18 de febrero de 1935 como consecuencia de una pulmonía doble que le dio dos días antes al retornar, de madrugada, de una fiesta a la que había asistido con su bohemio grupo de Cocharcas: Angel Monteverde, Victor Echegaray, Pancho Estrada, Carlos Bahamonde, Alejandro Ascoy y otros.
Fueron trece de sus amigos de la bohemia, y admiradores de Saco, quienes decidieron honrar al gran compositor y músico fundando el primer centro musical del criollismo. Un año después, sucedería lo mismo con el fallecimiento de Felipe Pinglo el 13 de mayo de 1936 al fundarse, tres días después de su muerte, el Centro Musical "Felipe Pinglo". Juan Manuel Carrera, como Presidente del Centro Musical "Carlos A. Saco", tocó una puerta trás otra en busca de apoyo para lograr su sueño, hasta que éste empezó a hacer eco en otros y se logró que el Presidente Manuel Prado Ugarteche diera, el 18 de octubre de 1944, la Resolución Suprema que oficializaba el 31 de octubre de cada año como "Día de la Canción Criolla". El Señor de los Milagros, Patrón de Lima, bailó como nunca en sus andas ese 18 de octubre. Es que nuestro Señor estaba en las calles cargado en hombros de sus devotos, siendo uno de ellos Juan Manuel Carrera del Corral a quien el Señor, en su día de procesión, le concedió el milagro de ver su sueño hecho realidad. El 31 de octubre de 1944 se celebró, por primera vez, el "Día de la Canción Criolla" en la Plaza Buenos Aires de los Barrios Altos, la cual estaba atiborrada de gente que había asistido, desde todos los rincones de Lima y Callao, a celebrar el día de la música popular.
El Presidente Manuel Prado Ugarteche se hizo presente en dicha celebración y desde los balcones del Centro Musical "Carlos A. Saco", que daban a la Plaza Buenos Aires, declaró instaurado de manera oficial el "Día de la Canción Criolla". Los años siguientes se vio a Juan Manuel Carrera animando fervorosamente nuestra música criolla, especialmente en su día. Pero un triste día de fines de la década de los 50's, del siglo pasado, Carrera partió de este mundo dejando al criollismo de luto. Este 31 de octubre en que se suele festejar el "Día de la Canción Criolla" y recordamos a los pioneros de nuestra música, así como también a todos aquellos que la engrandecieron, y se alienta y apoya también a los valores actuales; recordemos y brindemos también por ese personaje sencillo y criollo a quien los peruanos debemos el que nuestra música popular tenga un día en el calendario para su celebración: Juan Manuel Carrera del Corral.
Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

Pioneros de nuestro criollismo

PIONEROS DE NUESTRO CRIOLLISMO

Por Victor Hurtado Riofrio
(Como criollo homenaje al "Dia de la Cancion Criolla del Peru")

Gracias a las gestiones hechas por dos grandes criollos, Juan Manuel Carrera y Luis Felipe Andrade, quienes no escatimaron tiempo ni esfuerzo, para lograr que el entonces Presidente del Peru, Don Manuel Prado Ugartiche, escuchara sus peticiones y depues de muchas reuniones con el mandatario lograran que se les entregara a los criollos “su dia especial” y asi, por mandato de ley, un 18 de Octubre de 1,944 se instituyo que cada 31 del mismo mes, se celebraria “El Dia de la Canción Criolla”. Motivo por que los criollos de todas las latitudes le estaremos siempre agradecidos a los señores Carrera y Andrade.

Hacen exactamenta 60 años que esta magna fecha es celebrada por todos los criollos peruanos, que amamos nuestro aservo nacional. Musica criolla que se convirtio en tradicón, que es autoctona, que nacio en las calles de los pueblos y que se ha venido difundiendo y trasmitiendo de generación en generación.

Hoy por hoy, gracias al modernismo y al avance de las ciencia electronica, nuestro criollismo se ha transportado hacia otras latitudes. Es asi como los peruanos que nos encontramos fuera de nuestro suelo, podemos estar cerca de su musica asi como de su historia a travez de la maravilla de la Internet. Gracias en primer lugar a nuestra “Lista de Musica Criolla” y a todas las otras paginas siberneticas que estan trabajando en bien de nuestro criollismo, permitiendonos asi, seguirlo difundiendo a nivel mundial.

No podemos olvidar que son muchos los artistas extranjeros que han y siguen interpretando nuestro vals criollo, como dicen muchos de ellos: “por la profundidad de sus letras y el sentimiento en sus melodias”. Ni hablar de los compositores que a travez de los años escribieron esas bellas melodias, que hoy forman parte de nuestro pentagrama criollo nacional.

Quisiera volcar mi sentir criollo en este escrito, para resaltar la gran importancia y lo significativo que es para todos los criollos, rendirle homenaje a los hombres y mujeres impulsores, los pioneros que se encargaron de la ardua tarea, de dar inicio a lo que hoy conocemos como nuestra musica criolla (o musica costeña).
Recordemos que los estudiosos del folklore costeño nos han venido diciendo que el vals llego de Europa y que era bailado por la alta sociedad de la capital limeña.

Uno de los primeros valses en escucharce fue “A Orillas del Danubio” (1863) y en 1865 John Estrauss (hijo) escribe el vals mas celebrado hasta nuestros dias “El Danubio Azul”, este celebre comopositor fue nombrado como, “El Rey del Vals”, el le eseño al mundo como se escribia y se interpretaba el Waltz Vianes.
Se dice que ya para 1872 a 1875 nacen los primeros valses criollos
“El Silencio” escrito por un musico de iglesia de apellido Salazar
“Recuerdos de Lima”, compuesto por Walter Piase
“Angel Hermozo” letra de Abelardo Gamarra con musica de su prima Zoila
“Al Pie del Misti” de la inspiración del Dr. Eduardo Recabarren Garcia Calderon, “Hortencia”, “Crisantemo” y “La Hamaca” de Jose Sabas Libornio quien fuera director de la banda de Guerra del ejercito peruano, el maestro Libornio fue contratado por el presidente Nicolas de Pierola.

La primera reunion “Veladas Criollas” se realizó el 19 de Julio de 1876, donde la señora Rosa Oriz de Zevallos interpreto al piano el vals “28 de Julio”, que ella misma escribio. El 26 de Julio del mismo año, se dio a conocer otro de sus valses, “Tu y Yo”.
El poeta Abel De La Encarnación interpreto el vals “Venus”, el dos de Agosto, tambien de 1876, la señora Ubilda Plascencia hizo escuchar “El “Incognito”, el 9 de Agosto, la señora Elena Venavides de Enrriquez canto el vals de Federico Guzman “Respeto”.
Otros valses que sonaron por aquella epoca fueron “No Jugar con Fuego”, “La Flor del Valle”, “Ilustración”, “Vals del Solar” y “Vals Oriental”.
Segun Abelardo Gamarra, para 1906 aparecen lo que el llamo valses modernos “Monte Cristo”, “Valse Azul”, “Recuerdos de Abril”, “Enamorados”,”Perfume de amor”, “ Estrella de Amor” y “Sobre Las Olas”.

La Musica Criolla tiene su apogeo cuando los empresarios de cine le dan un lugar en sus peliculas y el publico puede ecuchar valses criollos en la pantalla grande, la radio jugo un papel muy imporante dentro de este proceso cuando asi nuestra musica se difunde con mucha mas frecuencia. No olvidemos del criollismo reinante en las grandes casonas de la Lima urbana, asi como en los callejones de barrios populares, donde las jaranas eran hasta el amanecer.

Los primeros en grabar musica criolla, fueron el popular duo “Montes y Manrrique” cuando viajaron a la ciudad de New York e hicieron realidad el sueño de los interpretes criollos, siendo los primeros en grabar musica peruana en el extranjero.
Nombrar a Romualdo Alva es hablar de un musico peruano en toda la extención de la palabra, nace en Lima el 21 de Enero de 1870 su obra fue variada y aceptada por el publico, entre sus valses se encuentran:
“Entre todas Tu”
“Serenata de Amor”
"Te Idolatro”
“Impresión de Tu Mirada” y
“De Lima a La Gloria” (estos dos ultimod sus valses mas impactantes).

Otro pionero fue Emilio German Amezaga Llanos fue en su tiempo compositor muy apreciado, nacio en Lima el 5 de Abril de 1870 y fallecio a los 61 años el 19 de Octubre de 1931. Entre sus Obras se encuentran los valses:
“Tus Suspiros”
“Eugenia”
“Mis Amores”
“Muero por ti”
“Cabecitas Rubias”
“Siempre los Dos”
“Ojos Azules”
“En el Circo” (polka que solo musicalizo).

Alejandro Ayarza criollo de fauste y bohemio de sangre, se le recuerda por su vals “La Palizada”. En un corto tiempo se convirtio en el vals mas popular de su epoca, Ayarza era conocido como “Karamanduka”. (El sacerdote Ruben Vargas escribio lo siguiente: "Karamanduka” era una galleta pequeña en formas de cubos bien tostadas, se vendia especialmente en invierno y los vendedores ambulantes la pregonaban diciendo, “ Revolución Caliente, musica para los dientes, azucar, huevo y canela, para resfrescar la muela").

Rosa Mercedes Ayarza, hermana del popular "Karamanduka", no solo tocaba el piano, tambien escribia musica. Un dia decidio investigar el folklore costeño y para eso se aprovecho de la popularidad de su hermano, quien gustosamente le llevaba a casa, cantores, guitarristas, copleros y bailarines. Pacientemente escucho, indago e hizo sus apuntes. Sabia que nuestra musica era rica en cultura, se dedico ella a la obra de restaurar antiguas canciones como:
“La sanguraña", la mayoria cantos afro-peruanos como “El Amor Fino” y “El Sobacón”, “Panalivio”, “El Alcatraz”, los Festejos “Toro Mata”, “Zambalando” “Camisa de Congo”, “Frutero Congo”, “Congorito y “No te Cases con la Viuda”, las Mozamalas “La Conga”, “Sable en la Mano” y “Cuando La Torta Llora”, las Samacuecas, “Viva Castilla”, “ La Restauradora” y "La Cambalachera” asi como algunas Marineras, Tonderos, Resbalosas y Pregones.
Rosa Mercedes Ayarza Fallecio el dos de Mayo de 1969 a la edad de 88 años.

La lista de Pioneros es interminable, podemos nombrar a Nicanor Casas Aguayo, criollo de los Barrios Altos, nacido en la calle del Prado (al igual que Pinglo), autor del bello vals “el Capuli” asi como muchos otros. A pesar de la controvercia que existe con el vals “Idolo’’ (el cual se disputa la autoria con Braulio Sancho Davila) aun es el, el conciderado legalmente su compositor. La esposa de Casas presento puebas contundentes al APDAYC (Asociacion Peruana de Autores y Compositores) quienes aceptan que el vals "Idolo" le pertenece a su esposo. Aun asi, existen declaraciones de viejos criollos que insisten en afirmar que fue Braulio Sancho Davila el verdadero autor del tema (sin presentar ninguna prueba que los acredite).

Otro en esa lista es interminable, Francisco Ezeta. Entre sus valses destaca “Ecos del Alma”, nacio en Lima pero vivio en el barrio de Bellavista en el Callao.
Pedro Fernandez, autor del vals “Al Fin Solos”, pero su vals “La Guardia Urbana” fue el mas celebrado.
Luis A. Molina Compuso el vals “No Me Beses”, tambien conocsdo como “El Tisico” el cual fue popularisado por Los Cantores del pueblo “Los Embajadores Criollos” po alla por los años 40.
Oscar Molina, criollo de los Barrios Altos, ecribio el bello vals “Idolatria” y su nombre quedo grabado en la historia del vals.
El Dr. Eduardo Requebarre Garcia Calderon, nacio en Arequipa, gran pianista, compuso “Al Pie del Misti”, “Ausencia” y “Perlas Limeñas".
Alejandro Saenz escribio “Envenenada” y se le atribulle el vals “La Cabaña.
Justo Arredondo musicaliso muchos de los valses de antaño entre los que destaca “Canto a Luis Pardo” y “La Palizada” entre otros.
Miguel Almenerios escribio el vals “Rebeca”, muy celebrado e interpretado por los criollos.
Braulio Sancho Davila nos dejo el vals “La Comarca”, (los hermanos Ascue y un grupo de criollos de antaño declararon alguna vez que Sancho Davila fue quien escribio el vals “Idolo" en su presencia).
Guillermo Mandujano, autor del vals “Bella Mujer”, se le atribuye tambien “La Cabaña”.
Jose Benigno Ugarte compuso valses para solos de piano. “A Orillas del Rimac” y “Eloisa”. Musicalizo la marinera “Catay Sambita”, escrita por los compositores Federico Blumen, Abelardo Gamarra y Leonidas Yerobi (este ultimo apenas contaba con diescisiete años).
Pedro Augusto Bocanegra nacio en Chiclayo, el 4 de Junio de 1890, entre sus valses mas destacados estan “La Bobeda Azulada", tema que tambien se conocia como “En Tu Dia”. De su pluma son tambien “Celaje”, “La Alondra”, “Suspiros”, entre otros. Pedro Arzola escribio el vals “Alejandrina” el cual fue grabado por “Los Morochucos”. Carlos Saco, gran pianista chalaco nos regala el vals “Rosa Elvira” junto al joven Pedro Espinel. El maestro Saco musicalizó "A la Huacachina.”

Gracias infinitas a todos ellos, gracias por haber iniciado nuestra historia musical costeña. Felecitaciones a los PIONEROS de nuestra musica criolla. Gracias por habernos enseñado a querer nuestro aservo musical.

Felicitaciones tambien a las paginas de Internet que trabajan arduamente en bien de la difucion de la musica criolla del Perú

Palmero sube a la Palma

Palmero sube a la Palma

Durante el siglo XIX, el baile del pueblo en nuestra ciudad capital, Lima, fue la zamacueca. Aunque se le conoció también con diversos nombres, muchos le seguían llamando zamacueca al terminar el siglo XIX, a pesar de que Abelardo Gamarra ya le había cambiado de nombre en 1879, poniéndole el nombre con el que se le conoce hasta nuestros días, "Marinera".
La todavía permanencia del nombre se puede apreciar en lo que Carlos Prince en su obra "Fiestas Religiosas y Profanas", Lima 1890, nos cuenta: "la zamacueca conservando siempre su índole y el genio de su música, ha sufrido varias denominaciones, como por ejemplo: maisito, ecuador, zanguaraña, chilena y últimamente marinera". En 1897, Camille Pradier Fodéré también la llama zamacueca en su libro "Lima y sus alrededores", publicado en París y en francés.
La popularidad de la zamacueca es resaltada por Manuel Atanasio Fuentes en su libro "Lima. Apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres", París 1866 (en francés), 1867 (en castellano), cuando refiriéndose a las visitas a Amancaes nos cuenta: "En la pampa existen varios ranchos o barracas cuyos dueños venden comestibles y licores; allí se encuentran algunos arpistas y guitarristas que improvisaban bailes, no se conoce polkas ni mazurcas sino 'zamacueca'. La 'zamacueca' ha sido el baile nacional más eminentemente popular; hoy que se galopa, la polka y el vals tempestuoso han lanzado de los aristocráticos salones al 'minué', el 'ondú' y a la 'cachucha', bailes favoritos de nuestros padres, la 'zamacueca' se ha visto condenada a aparecer de vez en cuando en las íntimas reuniones de familia, para ejercer únicamente su dominio en casa del obrero, en la de mujer de vida alegre y en las cabañas de Amancaes". Fuentes también señala que la plebe dio a la zamacueca el nombre de "polka de cajón".
Pero a mediados del siglo XIX, nuestra zamacueca había logrado ingresar ya a los salones elegantes y teatros bailándose, incluso, en toda función teatral y conciertos la "zamacueca teatral". Por esa época se le llamaba también "zambacueca", como se puede apreciar en la edición No. 3764 del 30 de enero de 1852 del periódico "El Comercio" de Lima, donde se comenta sobre un baile de máscaras que se realizó en el Teatro de Variedades de la Calle de Espaderos, actual quinta cuadra del Jr. de la Unión, y entre otras cosas dice que unas doscientas personas bailaron hasta la zambacueca. Claro que también se comenta que hubo cena, brindis y abundancia de trompadas en los bandos de diferentes naciones allí reunidos. Su entrada en Chile Por muchos años ha habido cierta controversia, entre Perú y Chile, por la nacionalidad de la zamacueca. En un interesante ensayo de Barahona Vega sobre "La zamacueca y la rosa" publicado en la Revista de Derecho, Historia y Letras de Buenos Aires de 1911, se dan datos reveladores del primitivo origen peruano, señala José Gálvez en su artículo "La Marinera" del año 1944. Fernando Romero, en su artículo "La Evolución de La Marinera" publicado por la Revista del Instituto Peruano Norteamericano, Lima 1944, dice rotundamente: "Todo está a favor de quienes sostienen la peruanidad de la zamacueca". Romero sustenta la nacionalidad peruana con datos estadísticos e históricos.
Su ingreso a Chile fue en 1824 a través de negros de la banda del batallón No. 4 del ejército chileno cuando éstos, que estuvieron en Perú, regresaron a Chile. Pero no llegaron solos sino que con ellos viajó el compositor de nuestro himno nacional José Bernardo Alcedo, quien fue contratado por el ejército chileno para que enseñe y dirija la banda militar chilena; siendo el músico y escritor chileno José Zapiola quien la popularizó en Chile. José Zapiola reconoce que fue en el período 1824-1825 en que la zamacueca entró a Chile, el tiempo en que Bernardo Alcedo estuvo allí, como lo relata en su libro "Recuerdos de treinta años" editado en Chile en 1872, donde dice: "Al salir yo en mi segundo viaje a la República Argentina, en mayo de 1824, no se conocía este baile. A mi vuelta en 1825, ya me encontré con esta novedad. Desde entonces, Lima nos proveía de sus innumerables y variadas zamacuecas, notables o ingeniosas por la música que inútilmente tratan de imitarse entre nosotros.
La especialidad de aquella música consiste particularmente en el ritmo y colocación de los acentos, propios de ella, cuyo carácter nos es desconocido, porque no puede escribirse en las figuras comunes de la música". De lo que cuenta Zapiola en su libro, se desprende que los chilenos encontraron muy difícil el poder imitar la zamacueca que les llegó de Lima. Tampoco pudieron imitar, completamente, el baile que impuso una zambita limeña, a quien llamaban "La Monona", y tres beldades del Rímac ante quienes el pueblo chileno se rindió abriéndoles las puertas de los salones más elegantes y aristocráticos de Santiago. La Monona Durante la década de los años 20 del siglo XIX llegó a Chile, en misión diplomática, el Ministro peruano José de Rivadeneyra y Tejada junto a su familia, llevando con ellos a una mucama cuyo apodo era "La Monona". A "La Monona" le gustaba ir a bailar a las "ramadas" que eran unos lugares de diversión en Santiago, pero no se sabe porque razón la zambita aquella termina abandonando a sus amos. Los historiadores chilenos Benjamín Vicuña Mackenna y Pablo Garrido reconocen que fue "La Monona" quien introdujo en Chile el revoloteo de pañuelo al bailar la zamacueca. Vicuña Mackenna cuenta que en 1830 "La Monona" hace las delicias del "Parral de Gómez", famosa "ramada" o "chingana" de Santiago. Gonzalo Toledo, en "El Comercio" del 9 de agosto de 1994, refiriéndose a "La Monona" dice: "Hay quienes sostienen que fue la primera que introdujo en Chile el revoloteo de pañuelo y sus admiradores gozaban a plenitud viendo su cara bonita, sus desplantes muy artísticos, el bamboleo de su cuerpo, el cimbrear de sus caderas y el original desplazamiento de sus piernas con singular repique de punta y talón". "La Monona", zambita limeña, es señalada por Barahona Vega como la gran maestra de la zamacueca, al punto de haber suscitado edictos excomulgatorios del obispo Don Manuel Vicuña, es lo que cuenta José Gálvez en 1944, añadiendo nuestro insigne poeta lo siguiente: "Ocurrió, sí, que la zambacueca perdió la cabeza en Chile y se llamó cueca, la cola en la Argentina quedándose en zamba y aquí, con tanto movimiento perdió una letra y se denominó zamacueca".
El Baile Nacional Según Abelardo Gamarra y José Gálvez, a la zamacueca la empiezan a llamar chilena durante el período de acercamiento diplomático entre Perú y Chile, a inicios de la década de 1840. Los militares chilenos, tropas invasoras de la Restauración, trajeron de regreso a Lima a nuestra zamacueca, con ligeras variantes, así que la empezaron a llamar chilena en los ambientes militares. Pero Abelardo Gamarra "El Tunante" logra hacer desaparecer aquel nombre bautizando a nuestro baile nacional con el nombre de "Marinera". Abelardo Gamarra en su artículo "El Baile Nacional" del libro "Rasgos de Pluma", Lima 1899, cuenta el origen del nuevo nombre: "El baile popular de nuestro tiempo se conoce con diferentes nombres: se le llama tondero, moza mala, resbalosa, baile de tierra, zajuriana y hasta el año 79 era más generalizado llamarlo chilena: fuimos nosotros los que una vez declarada la guerra entre el Perú y Chile creímos impropio mantener en boca del pueblo y en sus momentos de expansión semejante título; y sin acuerdo de ningún consejo de Ministros, y después de meditar en el presente título, resolvimos sustituir el nombre de chilena por el de marinera; tanto por que en aquel entonces la marina peruana llamaba la atención del mundo entero, y el pueblo se hallaba vivamente preocupado por las heroicidades del Huáscar, cuanto por que el balance, movimiento de popa, etc. etc., de una nave gallarda, dice mucho con el contoneo y lisura de quien sabe bailar, como se debe, el baile nacional.
Marinera le pusimos, y marinera se quedó: por supuesto que por entonces, y para que la semilla fructificara, lanzamos no pocas letras picarescas a las que ponían música esos maestros incógnitos que no se sabe donde viven, pero que nos sorprenden con sus músicas deliciosas. (...) Al son de este canto sucumbió la chilena y se levantó gallarda, como la bandera del Huáscar, la marinera, para llegar a ser arriada probablemente con mucha dificultad. El pueblo le ha tomado cariño, y lo que el pueblo quiere, lo consagra con su bendición inmortal." Como dijo "El Tunante", marinera se quedó y así se le conoce hasta nuestros días con sus diferentes variantes geográficas: arequipeña, cajamarquina, cusqueña, puneña, limeña o norteña, siendo la norteña y la limeña las más conocidas y practicadas, aunque la difusión de la marinera limeña ha decaído tremendamente desde que las radios, en sus programas de música criolla, empezaron a relegarla para el final de sus programas. A la marinera limeña se le llama también "Jarana Limeña".
Eudocio Carrera Vergara, quien vivió esas jaranas de fines de los 1800's e inicios de 1900's, al igual que los cambios que fue experimentado nuestra música, bailes y costumbres, cuenta y describe con lujo de detalles, y coplas, como es una verdadera jarana. Ello lo hace en su libro "La Lima Criolla de 1900", edición corregida y aumentada, Lima 1954, donde él también aclara a que se refiere el dicho "No hay primera sin segunda".
El dicho aquel no se refiere a que una marinera se toque dos veces o a que, como muchos suelen hacerlo, luego de la marinera y a la voz de "no hay primera sin segunda" se pase a la resbalosa. Ello era muy criticado por Don Eudocio Carrera Vergara ya que se estaba tergiversando la manera como se cantaba una jarana criolla auténtica. Según él, dos han sido siempre las marineras reglamentarias y no hay porque comerse una, así porque si. "No hay primera sin segunda" se refiere a ello en forma sentenciosa, es decir que esa segunda tiene que ser, si o si, otra marinera. La resbalosa sigue en tercer lugar, como muere de una buena jarana, y ésta debe ser bailada tres veces seguidas. De allí se desprende también aquel dicho "de cinco, tres" que en otras palabras significa que en la jarana, de cinco bailes tres son de la resbalosa. Si muy bien son menos los intérpretes que conocen la marinera limeña, hay una buena cantidad de gente joven que está aprendiéndola, fue lo que me manifestó Don Oscar Avilés cuando lo entrevisté en el 2004, desde Australia, por cumplir él 80 años. Resulta meritoria, y debemos apoyar, la labor de difusión que están realizando, desde hace algún tiempo, diversas agrupaciones, centros musicales y peñas, por dar a conocer más la marinera limeña; como es el caso de la Peña Don Porfirio que los últimos viernes de cada mes realiza un encuentro de Marinera Limeña solamente. ¡Palmero! sube a la palma ¡ay sí! / ¡ayayay! y dile a la palmerita. / Morenita que se asome / a la ventana ¡ay sí! / ¡ayayay! que mi amor la solicita / ¡ayayay! palmero sube a la palma...

Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

domingo, noviembre 12, 2006

Don Ricardo Palma

Don Ricardo Palma

El 6 de octubre de 1919, falleció el insigne tradicionista Don Ricardo Palma en Miraflores, Lima. Figura célebre de la literatura peruana tiene entre sus obras más conocidas las "Tradiciones Peruanas", la obra literaria que ha hecho conocer más al Perú en el extranjero.

Nuestro tradicionista había nacido el 7 de febrero de 1833 en la Calle Puno, actual tercera cuadra del Jr. Ayacucho, Lima. En la edición No. 2824 del 2 de noviembre de 1848 del periódico "El Comercio", se publicó unos versos de Don Ricardo Palma dedicados a la memoria del General Gamarra. Contaba en esa oportunidad con solamente quince años y quizás esos sean sus primeros versos que haya publicado. Los firmó como Manuel Ricardo Palma, firma que empleó inicialmente.

Don Ricardo Palma es uno de los mayores orgullos peruanos que tenemos, siendo su obra una especie de lectura obligada de todo peruano desde la escuela ya que por medio de ella se aprende a conocer más al Perú. Su contribución también ha sido como periodista, cronista, historiador, lingüista, político y la enorme tarea de reconstruir la Biblioteca Nacional que fue saqueada por la horda invasora durante la Guerra del Pacífico.

Un aspecto, alagado por muchos, de nuestro gran tradicionista era su alegría, gracia, donaire, picardía y chispa propia de los criollos de antaño, que lo hacían más querido y admirado por todos los que tuvieron el placer de conocerlo personalmente. La lingüística fue siempre una de las mayores preocupaciones de Don Ricardo Palma, habiendo contribuído enormemente al engrandecimiento y desarrollo del idioma castellano con la incorporación de peruanismos, americanismos y quechuanismos, lo cual no fue una tarea fácil para él, sino que tuvo que librar una ardua lucha ante la Real Academia de la Lengua.

Don Ricardo Palma fue muy querido y admirado en vida, por ello, al fallecer, la musa popular se hizo presente para sumarse al dolor ante tamaña pérdida, siendo los hermanos Suárez quienes compusieron un vals para honrar a nuestro gran tradicionista, "Ricardo Palma".

Ricardo Palma(Vals Peruano)De los Hermanos Suárez

Un ángel que con sus alas cubríael lecho del poeta en su agonía,las palmeras que en los campos se caíany el gran poeta Ricardo Palma fallecía.

Fue hombre eminente y gran tradicionistade la letra peruana Ricardo Palma,el mundo es que lo ha sentidola muerte del literato.Para la literaturacomo su gran escritor, llorará la Patria míasu muerte con gran dolor.

Las palmeras coronaban su ataúd,iban cubiertos por su noble pabellón,qué tristeza se sintió en el corazón,al oir la marcha fúnebre, que es la última canción.

Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

El Comercio en la historia

Muchos han utilizado, y seguirán haciéndolo, el periódico "El Comercio" para realizar diversas investigaciones sobre hechos que hayan ocurrido en el pasado. En mi caso, al momento de investigar sobre diversos aspectos de la historia de la música criolla, he recurrido a sus ediciones antiguas buscando tanto la información directa como la indirecta, que me pueda enseñar o aclarar ciertos detalles de la historia de nuestra música.

El rol de "El Comercio" y otros periódicos es muy importante para las generaciones futuras porque ellas revisarán sus páginas buscando entender o aprender del pasado. Es por ello que considero que tanto "El Comercio" como otros medios de prensa no deben perder ni descuidar su labor investigativa, que es primordial para que la información que brinden a la comunidad sea del todo confiable.

Yo no sé si los de "El Comercio" se han dado cuenta, pero yo si me he dado cuenta que no están investigando cosas básicas. Por ejemplo, en su edición del lunes 27 de junio del presente, "El Comercio" publicó un artículo extenso comentando sobre un espectáculo realizado el viernes 24 de junio en el auditorio del Museo de la Nación con motivo de conmemorarse 70 años del fallecimiento de Carlos Gardel. El espectáculo se había anunciado como un mano a mano entre Carlos Gardel y Felipe Pinglo, lo que me incentivó a presenciarlo, aprovechando que por esos días me encontraba en Lima.

El presentador de aquella noche fue narrando, de a poco, la vida y obra de Carlos Gardel, lo cual permitió que se conociera un poco más sobre él. Lo mismo hizo cuando le tocó el turno a las composiciones de Felipe Pinglo, aunque cometió un error que pude darme cuenta fue notado solamente por quienes conocemos la vida y obra de nuestro bardo inmortal. El presentador dijo que Felipe Pinglo falleció el 18 de julio de 1936, lo cual estaba errado ya que Pinglo nació el 18 de julio de 1899 y falleció el 13 de mayo de 1936. Sin embargo, el autor del artículo en "El Comercio" se guió por lo que dijo el presentador en la noche del viernes y en su artículo, al comentar sobre Pinglo, puso el mismo error que había cometido el presentador.

En un artículo de "El Comercio" del día lunes 12 de setiembre del presente, a raíz del problema suscitado con una empresa chilena por nuestro dulce Suspiro de Limeña, se recoge la información que había dado la Sra. Jossie Sisson a otro periódico días antes. Dicha información decía que a fines del siglo XIX, cuando un día nuestro poeta José Gálvez llegó a su casa, su esposa lo recibió con un extraño manjar y nuestro poeta luego de degustarlo dijo que era tan dulce y suave como el suspiro de la mujer limeña, siendo así que nació el nombre de nuestro dulce.

Pienso que si uno va a poner a alguien como referencia de algo, lo menos que debe hacer es averiguar los datos básicos sobre ese alguien. Y tanto "El Comercio" como "Correo", que fue el diario que inicialmente sacó la noticia sobre el origen del nombre, no investigaron sobre la vida de nuestro poeta.

Como se lo manifesté a varios amigos, apenas leí aquella noticia, hay algunas dudas, o interrogantes, que habría que investigarlas un poco más, pero es producto de haber pasado tantos años que es bien difícil el poder recordar fechas con exactitud. El escritor, periodista y poeta José Gálvez Barrenechea, quien fue llamado "Poeta de la Juventud" y posteriormente "Maestro de la Juventud", nació el 7 de agosto de 1885 en la ciudad de Tarma, por lo que al terminar el siglo XIX solamente tenía 15 años y estaba todavía en el colegio. El nombre de nuestro dulce se debe a nuestro poeta, según lo que cuenta la Sra. Jossie Sisson, pero ese bautizo no creo que haya ocurrido antes de la segunda década del siglo XX.

Tanto en el caso de Pinglo como en el de José Gálvez, "El Comercio" no investigó datos básicos. Ello puede confundir, más adelante, a quienes utilizan sus páginas para investigar sobre el pasado, por lo que es necesario que nuestro diario decano recapacite al respecto y retome la senda investigativa que siempre lo caracterizó.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

Compositores extranjeros que escribieron Valses

Compositores Extranjeros que Escribieron Valses Criollos al Perú
Por: Victor Hurtado Riofrio



Nuestra bella musica criolla ha sabido ganarse, la admiración y el respeto de muchos compositores de diferentes paises, que cautivados por su estructura musical, se inspiraron para componerla, claro que lo hicieron siguiendo la linea armonica que esta requiere.
Todos sabemos que la musica criolla nace en las calles de nuestros barrios, una musica que nos ha sabido representar en todos los rincones del mundo, es la expreción original de un pueblo que supo transmitir el sentir de su gente a los visitantes que se identificaron con nuestra tierra, sus costumbres y tradiciones.
Es asi como en estos momentos, nuestro cancionero patrio cuenta en su haber con bellas obras musicales, que fueron escritas por un sin numero de destacados autores que plasmaron su sentimiento en nuestro cancionero musical, haciendo la delicias del criollo costeño.

Jose Sabas Libornio (1855-1915) hijo de españoles nacido en las Filipinas, traido al Perú para dirigir las bandas de Guerra de nuestro ejercito durante el mandato de Nicolas de Pierola, compuso valses tales como “En la Hamaca”, “Mis Sueños’, “La Perla del Pacifico”, “Hortencia”, “Crisantemo”, “Jardin de Flores”, “Maria Isabel”, “Flor de Pasión”, “Los Hijos del Sol”, “Bellas Limeñas”, “Siempre te Amare” y “Las Delicias”, entre otras.

El Argentino Luis Dominguez escribio los versos de
“La Comarca” llevados al vals por Braulio Sancho Davila.

Vicente Olguin de Colombia escribio la danza “El Payande” que fuera interpretada magistralmente por nuestra “Soberana de la Canción Criolla” Eloísa Angulo.

Y de Uruguay Juan Pedro Lopez que escrbio “China Hereje”.

El poeta Colombiano Julio Flores nos dejo “El Guardian”.

Tambien el poema “Dejalos” del poeta Cubano Bonifacio Byrne
fue musicalisado por Fausto Florian convirtiendoce en el vals,
“La Rosa del Pantano”.

Boris Ackerman agradecido y enamorado de nuestra patria escribio, “Soy Peruano”.

Rodolfo Coltrimiari destacado musico Argentino que trabajo mucho tiempo en nuestra Lima escribio junto al maestro Lorenzo Humberto SotoMayor “Un Vals y Un Recuerdo” conocido por muchos como “Nestor Chocobar”.

De Italia llego Pablo Bicaria, quien cambio de nombre haciendose llamar "Pablo de los Andes", nos dejo “Olvidate de mi Amor”, “Sensitiva”,“Vuelve Vidita”, “Te Toca a Ti” y la Polka “El Trome”.

Domingo Rullo Llega a Lima desde Argentina en el año 1947 compone “Ay Pquita”, “Soñando”, “Te Dedico Este Vals”, “En el Parque”, “Esta Noche”, “Mi Condena”, y junto a Humberto Vilchez Vera de Chile, compone “Como no se ha Querido”.

Al Chileno Armando Gonzales se le recuerda por su vals “Clavel Marchito”.

Otro Chileno que nos dejo valses fue Vicente Bianchi “Peruanita Bonita” y “Mi Vals”.

Porfirio Diaz, tambien de Chile nos dejo “Pedacito de Ilusión” y ”Rocio Matinal”.

“Ciudad Virreynal” fue escrita por el musico Chileno
Nibaldo Soto.

El Vals “Amarraditos” lo escribieron Margarita Duran y Pedro Perez.

Modesto Lopez de Mexico es el autor de “Propiedad Privada”.

“El Andariego” fue compuesto por otro Mexicano Alvaro Carrillo.

El compositor español Manuel Alejandro dedico “Chabuca Limeña” en homenaje a la gran Chabuca Granda .

Algunos datos han sido extraidos de libro "Canción Criolla, Memoria de lo Nuestro"
de Manuel Zanutelli Rosas.

El Vals que vino de Viena

El Vals que vino de Viena

El mes de octubre siempre significó mucho para mí, quizás, por que octubre es un mes de tradiciones donde una de ellas es la celebración del Día de la Canción Criolla. Es por ello que en este mes se empiezan a escuchar más los valses, que es lo que más identifica a la música criolla. Valses con sabor a Fiesta del Señor de los Milagros. Valses que llevan el gusto de la mazamorra morada, el aroma de los anticuchos, la dulzura de los picarones, la miel de los turrones y el suspiro de la limeña. Valses que hacen bailar en el cielo a Santa Rosa de Lima con San Martín de Porres. Valses que tienen el salero que heredaron de esa gente morena de Malambo. Valses con partida peruana que registró el maestro Pinglo en los Barrios Altos. Valses que Chabuca Granda, Manuel Raygada, Eduardo Márquez Talledo, Adrián Flores y otros grandes inmortalizaron por el mundo. Valses que nos alegran el corazón, nos hacen recordar y hasta una lágrima soltar cuando nos llegan al alma. Así son los valses que nos representan ante el mundo y que nos hacen sentir orgullosos de nuestra música peruana.

El vals que llegó al Perú en el siglo XIX sufrió transformaciones en su ejecución y forma de bailar a través de los años. Actualmente tiene identidad peruana, bien definida, como fue el deseo del maestro Felipe Pinglo. Pero los primeros valses que empezaron a escucharse en Lima fueron los que llegaron de Viena en el siglo XIX, y ese estilo tuvieron los primeros valses que nacieron en el Perú.

Si muy bien el vals vienés empezó a hacerse popular, en Europa, a fines del siglo XVIII, fue recién en el siglo XIX cuando el vals vienés alcanzó su consagración máxima con Johann Strauss padre (1804-1849) y Josef Lanner (1801-1843) a quienes consideran los creadores del vals. Estos dos músicos eran contemporáneos y llegaron a ser miembros de una misma orquesta, siendo cada composición de ellos tan maravillosa que la prensa les dedicaba páginas enteras cada vez que tocaban un nuevo vals. Pero, Johann Strauss hijo (1825-1899) sería considerado como "El rey del vals" y contribuiría a hacerlo más popular por el mundo, sobre todo, con su vals "El Danubio Azul" (1867).

Su llegada a Lima

La historia de la música criolla en sus inicios es algo confusa y la del vals no escapa a ello. Diversos estudiosos e investigadores de nuestra música coinciden en que el vals de Viena llegó a Lima en 1850. Sin embargo, he podido encontrar algunos datos que demuestran que en el año de 1850, el vals ya era popular en los elegantes y grandes salones de Lima.

El insigne escritor y poeta José Gálvez escribió en 1930 "Nuestra pequeña historia", manifestando él que lo hacía sin ninguna pretensión. Aquella obra de Gálvez es hecha en base a algunas curiosidades aparecidas en "El Comercio" de Lima. Son más que todo reproducciones resumidas de "El Comercio" de detalles curiosos, avisos y noticias, sin importancia aparente, que aparecieron en algunas de sus ediciones desde su fundación en 1839, las décadas del 40, 50 y parte del 60 del siglo XIX. Como Gálvez lo señala, esos datos quizás le puedan ser de utilidad a quienes les guste investigar sobre la historia de la medicina, costumbres u otros. Más que todo el libro aquel está lleno de fechas que pienso, era completamente diferente al tipo de escritos que su público estaba acostumbrado a leer y por ello, quizás, pasó desapercibido. Sin embargo, allí estaban las pistas, por medio de avisos mayormente, que nos demuestran la existencia del vals en Lima años antes del mencionado 1850.

Hay que tener presente de que poco antes de mediados del siglo XIX, a pesar de no estar muy avanzadas las comunicaciones ni medios de transporte, de todas maneras todas las modas, incluidas las ideas, no tardaban tanto en llegar a Lima, como se supone.

En las ediciones No. 3487, 3488 y 3489 de febrero de 1851 del periódico "El Comercio" de Lima, se reproduce la célebre carta sobre Lima que el notable escritor chileno Victorino Lastarria dirigió el 6 de enero de 1851 al entonces militar Bartolomé Mitre, quien posteriormente sería Presidente de Argentina. En dicha carta, Victorino Lastarria describe Lima y entre otras cosas menciona la gracia dominante de la Tapada llena de espiritualidad que iba ya cediendo a la tiranía de las modas extranjeras, como se iba perdiendo la zambacueca, el maicito, el Don Mateo y la Zambalandó. Lastarria ruega porque las limeñas mantengan la tradición. Describe luego los grandes salones elegantes del presidente de la república, del Mariscal La Fuente, del señor Armero, en los que alternan la polka, el vals y la cuadrilla, se oyen las melodías de Bellini y Donizetti y se aspira ámbar y flores.

Según la descripción de Lima de Victorino Lastarria, de inicios de 1851, el vals ya estaba metido en los salones elegantes de Lima por el año 1850. Aquello se demuestra también con el aviso aparecido en la edición No. 2469 de setiembre de 1847 de "El Comercio", donde el maestro de arte coreográfico Isidoro Navarro anuncia tener en su repertorio de "bailes serios de sala": la galopa rusa, el nuevo gabotín, la mazurka, la polka doble y sencilla, las cuadrillas a la polka, a la krakoviana, a la talismán, a la segunda tanda, el rigodón peruano compuesto por el propio Navarro con el título de 'Alemanas de las ninfas del Rímac', los valses de moda de cuatro y más clases, las contradanzas sencillas y dobles. En materia de bailes sueltos enseñaba: el ondú de la marrúa, el pas de deux, el minué escocés, la krakoviana, el solo inglés, el jaleo de Jerez, la cachucha nueva de tripilí, la jota aragonesa, el cosaco, las boleras de la jota, del Clito, del chocolate, de la cachucha, de la condición, de las sevillanas, las boleras afandagadas y hasta el quema monte. ¡Qué tal repertorio el del maestro aquel!

Un aviso publicado en la edición No. 1832 del 16 de julio de 1845 de "El Comercio" dice que en la tienda del "Tigre" de la Calle de Mercaderes se vendían además de métodos para aprender toda clase de instrumentos, las últimas obras para piano de Herz (pianista que compuso el vals "A Lima" años después), Hunten, Dohler, Czerny, Tholberg, Strauss, y las óperas Norma, Semíramis, Lucía, Romeo y Julieta, Elixir de Amor, Puritani, Barbero, etc.

Pero otro aviso interesante, al que habría que prestarle bastante atención, es el que publicó el profesor de baile Francisco Coyar en la edición No. 210 del 21 de enero de 1840 de "El Comercio", donde el mencionado profesor enseña los bailes de moda que eran la Gavota con minuet y vals, la Pieza inglesa, las Cuadrillas, el Rigodón con galopa, la Contradanza, las Boleras de todas clases y la Cachucha.

Por las publicaciones de "El Comercio", indirectamente, vemos que el vals ya estuvo en Lima antes de 1850. Aunque desconozco gran parte de los otros bailes nombrados, algunos ya desaparecidos, el nombrarlos nos da cierta idea de lo que se bailaba en los salones elegantes de Lima en la primera mitad del siglo XIX. También nos hace suponer que el vals de Viena, posiblemente, haya entrado a Lima a fines de la década de los 1830's. Pienso que habría que investigar un poco más sobre el asunto en crónicas de la época y publicaciones de ese entonces, diferentes a "El Comercio" ya que dicho periódico fue fundado recién el 4 de mayo de 1839. Recomendaría, sí, que no sólo se busque la información directa, sino que también la indirecta.

Los valses peruanos

Uno de los problemas de las primeras composiciones peruanas populares es que se transmitieron a través de la tradición oral. Es por ello que muchas de ellas se han perdido y no podemos saber, con exactitud, que ritmo tenían y si los valses, por ejemplo, llevaban algo de ese sabor criollo que tienen los valses actuales.

Aurelio Collantes en su "Documental de la Canción Criolla", Lima 1972, dice que el pianista austriaco Herz (Heinrich o Henri) fue el primer embajador del vals vienés por la década de 1850, ofreciendo varios conciertos en el desaparecido teatrín "Variedades" de la Calle de Espaderos, actual quinta cuadra del Jr. de la Unión. Collantes también señala de que en la segunda visita de Herz a nuestra ciudad capital, éste compuso el vals "A Lima" que fue editado por la Casa Musical Ricordi de Italia. Pero en 1871 surge la figura de Angélica Palacios, autora nacional, con el vals "Vespertino".

Habría que mencionar también lo que Manuel Zanutelli cuenta en su libro "Canción Criolla: Memoria de lo nuestro", Lima 1999, sobre "Veladas literarias de Lima" (1876-1877) de Juana Manuela Gorriti que fue impreso en Buenos Aires en 1892. Allí se menciona que en las veladas literarias que se organizaban en la casa, en Lima, de Juana Manuela Gorriti, en julio de 1876 la señora Rosa Ortiz de Zevallos de Raborg ejecutó al piano los valses "28 de julio" y "Tú y yo" que le pertenecían. Se menciona también un vals "Venus", pero no se especifica a quien pertenecía. En agosto del mismo año la Srta. Ubalda Plasencia dio a conocer su vals "El incógnito". Entre los asistentes a esas veladas literarias se contaban: Mercedes Cabello de Carbonera, Abelardo Gamarra, Ricardo Palma, José Arnaldo Márquez, Teobaldo Elías Corpacho y otros.

El escritor costumbrista Ismael Portal en su obra "Del pasado limeño", Lima 1932, menciona que: "(...) un buen día saltó valeroso a la palestra, y triunfó también, el célebre vals de Pease, nacional hasta la médula, 'Recuerdos de Lima' que a todos nos cautivó por muchos años y rindió muy apreciables utilidades a su simpático inspirado autor; pues las ediciones se agotaban pronto, a causa de los pedidos que se hacían de toda la república y del extranjero". El vals de Walter Pease también ha sido nombrado por Abelardo Gamarra y Jorge Basadre, habiendo aparecido durante la Guerra del Pacífico.

En 1884 el poeta Juan Francisco Ezeta estrena su vals "Ecos del alma". Clemente Padilla da a conocer el vals "Inspiración" en 1885. Ese mismo año se estrena el vals "Tus suspiros" de Emilio Amézaga.

Después vendría el vals "El Silencio" del maestro Salazar que se lo dedicó a Francisco Mendoza Barrera y su familia para que solamente ellos lo tuvieran. Pero dicho vals no podía quedarse guardado, así que fue dado a conocer públicamente y, años después, alguien le puso letra y lo grabaron como "Quejas", apareciendo otro autor; es lo que cuenta Collantes. Después por los años 1890 vendría a Lima el músico francés Emilio Baltoffel, desterrado por motivos políticos, quien dejaría el vals "Dolores".

Esos valses lo único que tenían de peruano eran los bailarines ya que la melodía y los pasos eran vieneses. Y es que aún no participa el pueblo que venía almacenando un inmenso sentimiento; es lo que señala Don Manuel Acosta Ojeda en su artículo "Valse... viene de Viena" aparecido en el libro "Antología de la Música Peruana" de Jorge Donayre y Lorenzo Villanueva, Lima 1987.

El primer vals con letra, "Angel hermoso", se escuchaba a inicios del siglo XX, aunque había sido creado en Arequipa en el año de 1885 con letra de Abelardo Gamarra "El Tunante" y música de su prima Zoila Gamarra. En el año de 1909 se publicó en el semanario "Integridad", que dirigía Abelardo Gamarra, la historia de como nació ese vals. En cierta ocasión Abelardo Gamarra "El Tunante" fue a pasar una temporada a la ciudad de Arequipa (1885), donde unas primas. Una de ellas, una rubia muy hermosa y eximia pianista invitó al poeta a improvisar una letrilla. "El Tunante", que se hallaba en los altos de la casa, en menos de un santiamén compuso la letra y arrojándola por la ventana le dijo a su prima: "Niña recibe esta paloma". La prima, Zoila Gamarra, le puso música y nació así el vals que es conocido como el primero con letra, "Angel hermoso".

Si muy bien los primeros valses creados en el Perú, que bailaba la clase alta y parte de la media en los elegantes salones, tenían el estilo de Viena, el estilo jaranero que tiene el vals criollo, o vals peruano, se logró después y fue producto del alma de la gente y el piso de tierra. Fue el resultado de la creación, inspiración, sentimiento y capacidad de improvisación que tiene, y ha tenido, el peruano. El vals fue llevado a los callejones por los criados de las casas elegantes y en su piso de tierra el peruano pobre, negros y cholos mayormente, lo acondicionó a su realidad, le puso su salero, su picardía, su ritmo y le dio identidad peruana. El criollo de los callejones volcó a través de versos y notas musicales sus vivencias, alegrías, amoríos, creencias, deseos, frustraciones, tristezas, triunfos, tradiciones, costumbres y pensamiento político, para crear hermosas composiciones que vendrían a resaltar nuestro cancionero popular y que identificarían al vals peruano ante el mundo, como lo deseó el maestro Felipe Pinglo, quien vendría a darle otra dimensión.

Angel hermoso
(Vals Peruano)
Letra de Abelardo Gamarra
Música de Zoila Gamarra

Angel hermoso a quien amar juré,
prenda querida que en mi mente estás,
paloma pura cuyo vuelo alcé,
dime ¿por qué no me amas ya?

Si en adorarte mi existir cifré,
si en pos de ti mi pensamiento va,
si gloria y nombre para ti busqué,
dime ¿por qué no me amas ya?

Dime a quién debo consagrar mi amor,
dime ¿a qué aspiro si la fe perdí?
el mundo entero y el placer mayor,
marchita flor, marchita flor será sin ti.

Un canto pides de placer mayor,
a mí que arrastro un existir sombrío,
¿quieres acaso con el llanto mío
entristecer, entristecer mi corazón?


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

El Cajon y el Vals Peruano

El Cajón y el Vals Peruano

Cuando se habla de la música criolla, especialmente del vals, viene a nuestra mente el sonido maravilloso de la guitarra y el cajón que acompañan a los intérpretes. Pero, recién en la segunda mitad del siglo XX es cuando el cajón se incorpora al vals volviéndose su compañero inseparable. Antes de ello, el cajón se utilizaba en la música negra, la zamacueca, la posterior marinera y el tondero.

El cajón, al igual que otros de nuestros patrimonios, se lo estaban adjudicando en otro país donde lo venían utilizando cerca de 30 años solamente. Pero, gracias a una campaña emprendida por la percusionista María del Carmen Dongo, se logró que el 2 de agosto de 2001 el Instituto Nacional de Cultura del Perú, mediante Resolución Directoral Nacional No. 798, declarara al Cajón Peruano como Patrimonio Cultural de la Nación.

Referencias históricas

Según algunos investigadores de nuestro folklore costeño, hay datos documentados de la existencia del cajón en el Perú desde la segunda mitad del siglo XIX. Pero cabe señalar que hay una pintura del gran pintor piurano Ignacio Merino, "Jarana en Chorrillos" (1840), en la cual se puede apreciar a un negro sentado y percutiendo con las dos manos una especie de cajón.

El cajón formaba parte del acompañamiento en la zamacueca y de ello dejó constancia Manuel Atanasio Fuentes en su libro "Lima. Apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres", París 1866 (en francés), 1867 (en castellano). Fuentes señala lo siguiente: "(...) Hemos dicho que el baile de Amancaes es la 'zamacueca' a cuyos instrumentos se agrega una especie de tambor, la orquesta para ser baile se compone de arpa y guitarra, pero el ritmo hecho regularmente de un cajón cuyas tablas se desclavan para que el golpe sea más sonoro. Tócase con las manos o con dos pedazos de caña, y es difícil formarse idea de la pericia y oído con que el negro que toca el cajón sigue el compás de la música y anima a los bailarines. Como este instrumento es el alma del conjunto, la plebe ha dado a la 'zamacueca' el nombre de 'polka de cajón'. "

Federico Flores y Galindo, escritor, poeta y gran intelectual del siglo XIX, en su libro "Salpicón de Costumbres Nacionales", Lima 1872, menciona al cajón en dos estrofas de su poema burlesco que consta de 57 páginas y donde también se nombra a varios de nuestros postres y platos criollos que saboreamos actualmente. Aquel poema de Federico Flores y Galindo nos demuestra que la información también se encuentra presente en forma indirecta y ello es algo que se debe tener en cuenta, como referencia, por si más adelante algún vecino se quiere apropiar de alguna de nuestras herencias criollas o culinarias.

Las dos estrofas donde Federico Flores y Galindo menciona al cajón son las siguientes:

El picante magnífico termina
Dando fiebre al estómago y cabeza,
El vapor de la chicha allí germina,
Disipando las nubes de tristeza.
Se sienta el guitarrista en una esquina
De aquella alegre y concurrida pieza,
A su lado el cajón de la jarana
Que alguno toca con plausible gana.

Ya se encordó la prima al instrumento
Y el golpe del cajón sigue al tañido,
La algazara retorna y el contento
En aquel horizonte entristecido.
Se levanta la joven de su asiento
Porque baile el galán, le hubo pedido:
Un círculo describe en raudo vuelo
Levantando el vestido y el pañuelo.

Lo que he podido notar, en el extenso poema de Federico Flores y Galindo, es que él llama "seviche" a nuestro tradicional plato criollo. Los intelectuales del siglo XIX lo escribían de esa manera, por ello el Instituto Nacional de Cultura mencionó que aquella es la ortografía correcta e histórica. ¿Cuándo fue que lo cambiamos a cebiche y/o ceviche?... me "pica" la curiosidad por saberlo.

El cajón en el vals

El cajón, durante la primera mitad del siglo XX, se utilizaba solamente para la marinera, el tondero y la música negra. En las jaranas y, sobre todo, los primeros años de la música criolla en las radios, el cajoneador descansaba hasta que llegaba el turno de alguna marinera o tondero que era cuando recién intervenía. Por ello no habían muchos cajoneadores durante la primera mitad del siglo XX y los que existían se conocían muy bien.

La reconocida musicóloga, compositora e investigadora de nuestro folklore, Chalena Vásquez, menciona que el "Gancho" Víctor Arciniega fue uno de los primeros en introducir el cajón al vals. Ello fue en su artículo "El Cajón", aparecido en la edición No. 2 de "Cuadernos de Música Peruana" de Luis Justo Caballero, Lima 1995.

Augusto Azcuez, gloria del criollismo, en su artículo "De niño no me gustó el vals", aparecido en el suplemento VSD de "La República" del 23 de julio de 1982 señala lo siguiente: "El vals siempre se tocó con guitarras acompañando al canto. El cajón se ha adaptado hace unos treinta años; pero antes eran tres guitarras y bandurria. la bandurria era un instrumento como una guitarra chica de doce cuerdas; eso le daba bastante melodía al vals. En aquella época habían buenos bandurristas: Raygada, don Justo arredondo, gran músico; justamente él le ha puesto música a valses de Abelardo Gamarra."

César Santa Cruz Gamarra en su libro "El Waltz y el Valse Criollo", Lima 1977, señala que fue Francisco Monserrate con Yolanda Vigil "La Peruana" quienes introdujeron el cajón al vals. Según César Santa Cruz, ello ocurrió a fines de la década del 50 del siglo XX cuando Yolanda Vigil actuaba en el "Embassy" y contaba con el acompañamiento, en el cajón, de Monserrate quien tenía su cajón decorado con los colores patrios. Pero, debo aclarar que César Santa Cruz Gamarra se equivoca con la fecha ya que Yolanda Vigil "La Peruana" falleció en la ciudad de Buenos Aires el 7 de setiembre de 1953 habiendo emprendido, un año antes, una gira por Caracas, La Habana y Panamá. "La Peruana" actuó en el Embassy, pero cuando junto a Francisco Monserrate introdujeron el cajón al vals debió ocurrir a inicios de la década del 50; fecha que también lo señala Augusto Azcuez en 1982.

"La Peruana", aparte de actuar en el Embassy, también actuaba en programas de las radios América y Central donde Monserrate, por el peso de los años, dormía hasta que llegaba el turno de la marinera que lo transformaba dándole al cajón un sonido rítmico que solamente él era capaz de transmitir. La excesiva formalidad de los programas radiales mantenían la costumbre que nadie se atrevía a romperlas. En cambio, en el Embassy, Monserrate y "La Peruana" debían mantener al público alegre y animoso por lo que Monserrate comenzó a darle fondo jaranero, con su cajón, a los valses y al público comenzó a gustarle aquello dando su visto bueno a la improvisación del excelente cajoneador.

Un día, "La Peruana" y Monserrate deciden presentar su novedad en la radio sin decirle nada a nadie. Lo presentan en uno y otro programa, sin ninguna promoción, y sin que la audiencia se diera cuenta el cajón y el vals habían sido ligados el uno al otro para ya no desprenderse más.

Francisco Monserrate, Víctor Arciniega "Gancho" y Córdova "Pibe Piurano", los mejores cajoneadores de la época aquella, se encargarían de sentar cátedra con el cajón anexado al vals. Aunque surgió algo en lo que nadie había pensado; que al sumarse los demás artistas a la novedad, comenzó a ocurrir una gran demanda por cajoneadores que no los habían en demasía por aquella época. Pero los años nos traerían, más adelante, otros excelentes cajoneadores y ahora hay escuelas que enseñan el arte de tocar el cajón.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

Las Chapas en el Peru

Las Chapas en el Perú

Una costumbre peruana, que viene desde la colonia, y que se hace notar más en los colegios o entre los grupos de amigos de la infancia es el poner "chapa", apodo o sobrenombre a todo el mundo. Creo que encontrar alguien en el Perú, especialmente hombre, que no haya tenido "chapa" es como encontrar la aguja del pajar.

Nuestros artistas, futbolistas, políticos y demás personajes públicos se han ganado, mayormente, su "chapa" ya de adultos. Pero todos ellos han debido tener alguna "chapa" durante su vida infantil, porque ello era algo que no se dejaba para el otro día ya que siempre había alguien que estaba al tanto de cualquier detalle, curiosidad o lo que estaba de moda para "bautizar" con un nuevo nombre a los muchachos, pasando a llamársele, en su barrio y el colegio, con su "chapa".

Las "chapas" tenían, y siguen teniendo, mucho de originalidad y picardía. No podría olvidarme, jamás, de las que tenían los muchachos de entonces en mi antiguo barrio: "Manongo", "Carita del Cielo", "Calzón de vieja", "Loro", "El Muerto", "Tomate", "Muelas", "Frontonero", "Chino Lembi", "Simón Bolívar", "El frío", "Loco Supe", "Hilitos", "Lando Buzanca", "Chino Malo", "Cara de buque", "Rabito", "Cara de Gallo", "Pecho de tabla", "Ricotudo", "Cabi cabi", "Pajarito", "Siete pezuñas", "Mr. Magoo", "Quini quini", "Loco Emilio", "Salvaje", "La pantera rosa", "La Fiaca", "Quiquiniasi" y otros más, porque todos tenían su "chapa".

Las chicas del barrio no se escapaban de la ingeniosidad de los muchachos. Recuerdo a "La mueve-mueve", "La pecho de paloma", "La pekinesa", "La Perricholi", "Las frías", "La loca vincha" y demás nombres que tenían su historia y el porqué de la "chapa" aquella.

Mi chapa desde niño fue "Pollito", me la pusieron cuando entré a la primaria ya que era el menor de los hombres en mi familia y como en el mismo colegio, que está en mi antiguo barrio, estudiaban mis hermanos mayores, entonces a mí, por ser el último, el profesor de Educación Física me empezó a llamar el pollito de los Mejía y así me quedé como "pollito", incluso, entre mis amigos del barrio. Cuando voy a Perú y visito a mis antiguos amigos de barrio o nos encontramos en cualquier lugar, ellos hasta ahora me llaman así, "Pollo" o "Pollito".... aunque ahora más parezca "Gallo".

Lo curioso de todo aquello es que muchos, en el barrio, se habían acostumbrando a llamar a alguien por su "chapa" que no sabían, realmente, cual era el verdadero nombre de los muchachos o de los personajes a los cuales se les conocía solamente por su "chapa". Hay una anécdota de mi madre al respecto. Hace pocos años, un amigo de la infancia llamó por teléfono a la casa de mis padres; mi madre contestó el teléfono y el amigo aquel, luego de saludarla, le preguntó por el número de teléfono de uno de mis hermanos. Mi madre le preguntó quien era la persona que llamaba y el amigo le dio su verdadero nombre, a lo cual mi madre le contestó que no conocía a nadie con ese nombre por lo que no podía darle el teléfono de ninguno de sus hijos. El amigo insistió en decirle que era del "Tigre", la calle donde nacimos, y que era amigo de la infancia nuestro. Mi madre trataba de recordar el nombre aquel, a pesar que tiene muy buena memoria, pero no llegaba a reconocer el nombre que le dio el amigo por teléfono. Entonces, el amigo, desesperado porque no lo reconocían, le dijo a mi madre de que su "chapa" era "Simón Bolívar"... ¡Ah!, ¡Simón Bolívar!, ¿cómo estás hijito? le djo mi madre al reconocer recién al amigo aquel por su "chapa" de la infancia. Esa "chapa" de "Simón Bolívar" se la pusieron al amigo aquel cuando éste empezó a dejar la adolescencia y empezó a gustarle dejarse las patillas largas sin afeitarlas. Uno de mis hermanos fue el que le puso la "chapa" aquellla y de esa manera lo llamaban todos en mi antiguo barrio.

Si algún día alguien no lo recuerda por su nombre, dígale su "chapa" de la infancia y verá que lo recuerdan al instante, porque la infancia es la etapa de la vida de las personas que no se puede olvidar.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

El Chino de la Esquina

El Chino de la Esquina

Una de las tradicionales características y costumbres de la Lima de hace algunos años es la famosa esquina del barrio, punto de reunión de los muchachos y jóvenes del barrio para conversar, hacerse bromas, poner "chapas" o sobrenombres, enterarse de lo que acontecía por el barrio y alrededores, ponerse de acuerdo sobre el próximo partido de fulbito o fútbol y también para piropear a las muchachas del barrio.

En una oportunidad, Rulli Rendo me comentó que él se preguntaba por qué había desaparecido la esquina del barrio. En su recorrido por Lima, Callao y Balnearios pudo observar que solamente tienen "esquina" los Barrios Altos, Lince y en un bajísimo porcentaje el distrito del Callao. Según lo que había conversado con un amigo, se había dado cuenta que la vieja esquina es hoy en día una "esquina virtual" que ha sido tomada por las cabinas de internet.

Aquel comentario de Rulli trajo a mi memoria la esquina de mi antiguo barrio, durante mi niñez y adolescencia, en la intersección del Jr. Ayacucho con el Jr. Ancash en los Barrios Altos de Lima. Esa esquina era nuestro punto de reunión de todos los muchachos del barrio, a toda hora, donde la pasábamos de lo mejor bromeando con los amigos y también apreciando las bellas féminas que vivían en nuestro barrio y que tenían que pasar por la esquina aquella ya que allí había una bodega, o tienda de abarrotes, de propiedad de un "chino".

Los chinos y sus descendientes siempre han tenido espíritu de comerciantes, por ello solían tener una bodega localizada, mayormente, en la esquina de los barrios. En el caso del chino de la esquina de mi antiguo barrio, éste realmente no era chino ni descendiente de algún chino, sino que era un japonés que vivía en Perú desde pequeño y como su bodega era grande y bien surtida, con él trabajaban sus hijos y otros familiares. Todos ellos eran descendientes de japoneses, a los cuales la costumbre limeña de llamar "chinos" a todos los asiáticos, les hizo conocerlos de esa manera.

Casi todos los barrios tenían su "Chino de la Esquina", llegándose a convertir en un personaje pinturesco de la Lima de hace algunos años. Las características y costumbres de todos ellos eran casi similares. Al chino de la esquina lo identificaba el tener un cigarro siempre en la boca, el lápicero en la oreja, los gatos, la libreta con los fiados, el arroz y el azúcar despachado en papel de color caqui y al que daban varias vueltas, rápidamente, sin derramar ni un granito de azúcar, y otras cosas más que eran algo típico de los chinos comerciantes. Otra característica antigua de ellos era que casi todos los chinos se llamaban José y sus esposas se llamaban María; ello parece que se debía a que habían adoptado esos nombres en reemplazo de sus nombres en idioma chino.

La tienda del "chino" de la esquina de mi antiguo barrio no fiaba, aparentemente, y tenía un letrero que decía: "Si fío, pierdo lo mío. Si doy, a la ruina voy. Si presto, al cobrar molesto. Para evitar todo esto, ni fío, ni doy, ni presto". Con ello la gente no pedía fiado, pero como eran humanos y, sobre todo, amigos de todos, fiaban a escondidas de otros no anotando lo que se debía en ninguna lista y diciendo solamente que les paguen después a ellos mismos ya que eran varios los miembros de la familia, dueña de la bodega aquella, que trabajaban allí. Recuerdo muy bien que durante unas temporadas difíciles en que la situación económica de mi familia era crítica, los de la bodega del "chino" de la esquina, conscientes de aquello, le ofrecían fiado a mi madre, por ello es difícil que uno pueda olvidarse de la parte humana que había detrás del comerciante.

Aquella bodega tenía tres puertas, dos de ellas daban al Jr. Ancash y la otra al Jr. Ayacucho. Por ser esa esquina lugar de tránsito obligado para los que vivían más arriba de los Barrios Altos, tenía mucho movimiento comercial y, a sabiendas de ello, felizmente nunca fue asaltada. En cierta forma, como esa era nuestra esquina del barrio, siempre había muchachos y jóvenes allí reunidos que, a la vez, velábamos porque nada malo le pase al barrio... eramos una especie de "serenazgo gratuito" del barrio.

Hace algunos años, cuando desde Australia viajé a Japón a encontrarme allá con una de mis hermanas quien viajaba desde Perú a participar, con una delegación peruana, en una Feria Internacional de la Moda, decidimos al final de la feria visitar a unos amigos de la infancia que sabíamos estaban viviendo en Nagoya. No los veíamos desde hacía varios años y ellos ya tenían cinco años viviendo en Japón sin haber visto, desde entonces, a ningún amigo de Perú ni a ningún familiar. Una pareja de hermanos, hombre y mujer, con quienes prácticamente crecimos como si fuésemos familia ya que vivíamos en la misma quinta de la Calle Tigre en los Barrios Altos, así que estando en Japón no podíamos irnos de allí sin verlos.

Dejamos un mensaje en el trabajo de mi amigo para que nos llamara al teléfono de la feria que se estaba desarrollando en la ciudad de Osaka y al día siguiente nos avisaron que teníamos una llamada telefónica. Era mi amigo a quien no veía por varios años y que al escuchar mi voz se quedó mudo no sabiendo que decir y, tal vez, por que pensó que el extranjero me había cambiado. Al notar su silencio y nerviosismo inicial opté por decirle: "¿cómo estás 'Cara de Buque'?... estoy con Silvia en Osaka y queremos visitarlos". Mi amigo al escuchar su "chapa" de la infancia se empezó a reír y se alegró de saber que deseábamos verlos. Dos días estuvimos con ellos recordando muchas anécdotas de nuestra infancia, contándonos también los sabores y sinsabores de nuestras vidas en los últimos años.

Mi amigo me contó que un día llamó por teléfono a una agencia, en Tokio, por intermedio de la cual podía enviar dinero a Perú. Al dar su nombre el empleado de la agencia susurró... "¿Cara de Buque?"... y mi amigo dijo que si, que se trataba de él. El empleado resultó ser un amigo nuestro de la infancia y que era hijo del "chino" de la esquina de mi barrio, por ello reconoció su nombre ya que se acordaba de todos los amigos de su antiguo barrio.

Esa bodega de la esquina de mi barrio hace muchos años que desapareció, ya no hay bodega ni ningún chino allí, pero los muchachos que viven en mi antiguo barrio todavía se reúnen en esa esquina para hacer lo mismo que solíamos hacer, años atrás, con mis hermanos y amigos.

Los tiempos han cambiado y si muy bien la mayor parte ya no podemos ver, vivir y sentir ese calor de amistad, esa "palomillada" sana y pícara que experimentamos en nuestra esquina del barrio, quizás esos recuerdos y nuestro inconsciente nos ha trasladado a una "esquina virtual" en la internet, donde ahora, con los amigos, hacemos algunas de las cosas que solíamos hacer de muchachos en nuestra antigua esquina del barrio.


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

cajoneador o cajonero

Cajoneador o Cajonero

Resulta interesante una inquietud expuesta en un grupo cultural peruano sobre la palabra "cajoneador". Inquietud que provino después de que yo la utilicé al escribir "El Cajón y el Vals Peruano". Alguien se preguntaba, con justa razón, porque se le llamaba "cajoneador" al que toca el cajón si la denominación debería ser "cajonista", si es que seguimos la regla de llamar guitarrista al que toca la guitarra, baterista, flautista, pianista, violinista, etc, a los que tocan los respectivos instrumentos musicales.

Considero importante que si alguien no está de acuerdo con algo o tiene alguna duda, debe expresar su punto de vista o comentario al respecto porque, aunque parezca mentira, del intercambio de pareceres uno aprende más, motivándonos también a investigar un poco más y/o traer a nuestra mente algo que podamos saber pero que estaba dormido debido a que nadie nos lo preguntaba.

Por ejemplo, en una oportunidad alguien me preguntó sobre el uso del artículo "los" antes del nombre "Barrios Altos". Una pregunta sencilla que tenía, más que todo, inquietud gramatical, hizo que me acordara lo que había leído sobre la historia de Lima y sus calles; aclarando la inquietud aquella y explicando, a la vez, el origen del nombre Barrios Altos o Los Barrios Altos que muchos desconocían y que yo lo sabía pero que lo tenía durmiendo en mi mente hasta que alguien tuvo una duda gramatical.

En muchas reglas aparecen excepciones. La de la palabra "cajoneador" es una de ellas. Estas excepciones son aceptadas, a veces, debido al uso o costumbre de quienes hacen uso de la palabra en cuestión. Al ser el cajón un instrumento musical de origen peruano, entonces se acepta el uso o costumbre que se da en Perú para nombrar a la persona que toca el cajón.

Eudocio Carrera Vergara en su libro "La Lima Criolla de 1900", edición corregida y aumentada, Lima 1954, utiliza la denominación "cajonero". En "Historia de la Canción Criolla" de Aurelio Collantes, Lima 1956, se utiliza las denominaciones "cajoneador" y "cajonero". César Santa Cruz Gamarra en su libro "El Waltz y el Valse Criollo", Lima 1977, utiliza la palabra "cajoneador".

Aquellas referencias, de personas que vivieron las jaranas de la primera mitad del siglo XX, nos dan a conocer que desde hace muchos años se viene utilizando, indistintamente, las denominaciones "cajoneador" y "cajonero" para referirse a quien toca el cajón y, vuelvo a recalcar, por ser el cajón de origen peruano, se acepta el uso o costumbre que se haya adoptado en Perú. Esto queda demostrado en la explicación que le dio la Real Academia Española (RAE) a quien le hizo llegar la consulta respectiva:

"En los diccionarios de español general y en los diccionarios de términos musicales que se encuentran a nuestra disposición, no figura ningún término para designar al instrumentista que toca el cajón. No obstante, en textos de temática musical se documentan las voces cajonista -preferentemente para referirse, en España, al que toca el cajón flamenco- y cajoneador -usada en Perú para referirse al que toca el cajón en la música folclórica peruana-. En ambos casos, se trata de acuñaciones correctas, fieles a las reglas de formación de palabras del español".


Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

sábado, noviembre 11, 2006

Pedro Espinel, 25 anos despues

Pedro Espinel, 25 años después

Pedro Espinel Torres nació el 1 de agosto de 1908 en la Calle de Los Naranjos, Barrios Altos, Lima. La Calle de Los Naranjos comprende a las actuales cuadras 12, 13 y 14 del Jr. Antonio Miró Quesada. Espinel llegó a ser conocido como "El rey de las polcas". Autor de valses y polcas entre las cuales destacan los valses "Alejandro Villanueva", "Celos míos", "Dos reliquias", "El expósito", "El proscrito", "Fin de bohemio", "Idilios pasados", "La voz del corazón", "Páginas rotas", "Pobre ciego", "Remembranzas" y "Rosa Elvira". De este último vals fue el autor de la letra ya que la música le pertenece a Carlos Saco. De las polcas que compuso destacan "Anhelos", "Bom Bom Coronado", "Campesina", "Gracia y donaire", "Ingratitud", "La primavera", "Me atormenta la inquietud", "Morochita", "Ojazos negros", "Promesas falsas", "Seducción", "Sonrisas" y "Soñador".

Desde pequeño, Espinel escuchó los valses, marineras y polcas en su casa ya que su padre, Eduardo Espinel Sánchez, fue un gran intérprete y guitarrista que solía hacer dúo con otro barrioaltino que fue también figura de nuestro criollismo, Guillermo Suárez Mandujano, quien vivía en la calle Mercedarias. Cabe señalar sobre Guillermo Suárez, compositor y guitarrista, que aparte de las composiciones que le pertenecen, se dice que él es el verdadero autor del muy sonado vals "La Cabaña", que es atribuído a Alejandro Sáez.

Aunque parezca mentira, nuestro gran compositor y autor de letras tan bellas, no tuvo instrucción escolar, pero logró autoeducarse y salir adelante a base de mucho esfuerzo y trabajo. Como muchos de los compositores de antes, Espinel no tenía formación musical por lo que tocaba de oído solamente, teniendo que aprender de memoria, rasgando la guitarra o silbando, lo que componía.

Siendo joven, Espinel se conoce con Felipe Pinglo el 15 de diciembre de 1926. El encuentro ocurrió en la casa de la familia Meneses, en La Victoria, naciendo a partir de esa fecha una gran amistad entre ambos. Pinglo llegó a ser padrino de las hijas de Espinel: Olga en 1932 y Victoria en 1933.

Pedro Espinel nace como compositor de música criolla, recién, días después de la muerte de Felipe Pinglo y el mismo Espinel lo contó en la entrevista que le hizo "La Prensa" el 21 de junio de 1938, siendo, quizás, la primera entrevista que le hizo un medio de prensa escrita, a dos años de la muerte de Pinglo, ya que por ese tiempo los medios de prensa tenían postergada a la música criolla. El artículo lleva como título "La Música Criolla Nacional se halla en una situación de auge alentador", página 5 de la edición antes mencionada. Espinel dice: "-Mi predilección siempre ha sido, puedo decir, desde niño por la música ligera; pero a raíz de la muerte de Felipe Pinglo, acaecida el 13 de mayo de 1936 -compuse la primera música de sabor criollo: un vals en homenaje a esa gran figura del criollismo musical titulado, 'Murió el maestro'. Desde aquel entonces comencé a publicar algunas composiciones dadas a conocer únicamente en los cancioneros, ya que no me preocupaba mayormente por ser cosa a la que no le veía la 'punta'. Pues, más atendía a las labores propias de mi profesión: la encuadernación..."

Algo que muchos desconocen es que cuando Felipe Pinglo fallece, el 13 de mayo de 1936, como señal de duelo, la bohemia de todo Lima se puso de acuerdo para que las guitarras se callen por varios días. Es por ello que, pasado los días de silencio musical, el 21 de mayo de 1936, Pedro Espinel, gestor y primer presidente del Centro Musical Felipe Pinglo que fue fundado el 17 de mayo de 1936, estrenó el vals "Murió el Maestro" en homenaje a Felipe Pinglo que había fallecido unos días antes.

Un año después, el 13 de mayo de 1937, con ocasión de celebrarse el primer aniversario de la muerte de Pinglo, Pedro Espinel estrenó el vals "Fin de bohemio". Con respecto a este vals hay cierta controversia ya que se dice que fue dedicado al Maestro Pinglo. En la entrevista que le hizo "La Prensa" a Pedro Espinel el 21 de junio de 1938, él menciona: "(…) compuse el vals ‘Fin de bohemio’, que no es sino una historia patética de lo que fue la lucha con la muerte de Felipe Pinglo, lucha en la que sucumbió, dejando una inolvidable huella de su vida intensamente vivida." Sin embargo, Gonzalo Toledo, gran amigo de Pedro Espinel, afirma que "Fin de bohemio" fue obra dedicada al bohemio perdido, abandonado, que jamás cuidaba de su salud y el propio Espinel, muchas veces, desmintió la versión que decía de que fue dedicado al Maestro Pinglo.

El vals "Celos míos" de Espinel fue incluído en la película nacional "Gallo de mi galpón", que se estrenó en varias salas cinematográficas de Lima el 16 de junio de 1938, siendo la música y canciones de la película aquella de Felipe Pinglo y Pedro Espinel. Pienso que fue debido a esta participación de Espinel en dicha película que La Prensa lo entrevistó cinco días después del estreno aquel, en la cual Espinel mostró su agradecimiento por habersele considerado en la película aquella.

En la edición de La Prensa del sábado 25 de junio de 1938, página 5, donde se detallaba como fue la fiesta en la Pampa de Amancaes el día anterior, se menciona que Pedro Espinel y Félix Dongo, que integraban el dúo "Los criollos del barrio", ejecutaron en canto y guitarra el vals "Dos reliquias", original de Espinel y dedicado a los ya desaparecidos autores nacionales Carlos Saco y Felipe Pinglo, y la conocida polca "Bom Bom Coronado". Espinel compuso la polca "Bom Bom Coronado" en homenaje a ese gran boxeador peruano, José "Bom Bom" Coronado, cuando se coronó campeón sudamericano en 1938.

Desempeñó varios oficios trabajando, cuando muere Pinglo, como encuadernador en la imprenta "Romero", por la bajada de Santa Clara, en los Barrios Altos. Como Espinel empieza a componer después de la muerte de Pinglo y al ver que sus canciones tenían acogida, abandona su trabajo para dedicarse a la música. Pero los únicos que empezaron a disfrutar de los beneficios de la obra de Espinel fueron los explotadores que nunca han faltado. Es por ello que a mediados de 1939 se decía que Espinel estaba pasando miserias viviendo en un rincón del cerro San Cristóbal, en el Rímac (Revista Alta Voz del 21 de julio de 1939). Dicho comentario hace suponer que Espinel, debido a problemas económicos, se vio forzado a irse a vivir a alguna casucha del cerro San Cristóbal, que pienso eran invaciones.

A Espinel no le quedó más remedio que regresar a trabajar en los oficios que había desempeñado antes de que se metiese a componer. Por el año de 1944, él tenía, con su esposa, su hogar en Cantagallo, Rímac.

Cuando fallece el gran jugador del Alianza Lima, Alejandro Villanueva, conocido como "Manguera" y que ya se había retirado de la práctica del fútbol un año antes, Pedro Espinel se hizo presente en el velorio para despedir al Maestro del esférico. Siendo las primeras horas del 12 de abril de 1944, al salir del velatorio, cuando le viene la inspiración a Espinel y decide rendir su homenaje al gran jugador componiéndole un vals, al cual le puso de nombre "Alejandro Villanueva".

Años después se muda al Jr. Cajamarca, en el Rímac, viviendo al lado del legendario restaurante criollo "El Parral". En 1963 llegó a ser concejal del Rímac. También ejerció la presidencia de la APDAYC. Víctima de una penosa enfermedad, Espinel falleció el 8 de noviembre de 1981.

Espinel es autor de la letra del vals "Rosa Elvira", según lo afirmaron Niko Cisneros, Aurelio Collantes, Gonzalo Toledo y Manuel Zanutelli, quienes señalan que Pedro Espinel es el autor de la letra de dicho vals y que la música le pertenece a Carlos Saco. Sin embargo, he podido notar que hay cancioneros que se equivocan ya que invierten las cosas dándole la letra a Carlos Saco y la música a Pedro Espinel. Ello se debe, quizás, a que saben que Carlos Saco falleció en 1935 y como es sabido que Saco compuso la música de muchas letras de otros, pues suponen que no podía componer una música estando ya muerto, pero si podía dejar letras. Lo que realmente pasó con "Rosa Elvira" es que Pedro Espinel utilizó una música de Carlos Saco para su letra, ya que quiso honrar, una vez más, al extraordinario compositor que falleció un año antes que Pinglo. Aparte que hay que tener en cuenta que Espinel empezó a componer canciones criollas después de la muerte de Pinglo, en mayo de 1936.

La polca criolla o peruana, ritmo tan alegre, movido, pegajoso y de gran sabor criollo, tuvo en Pedro Espinel a su más grande representante, por ello se le sigue llamando "El rey de las polcas". Lamentablemente, después de 25 años de la muerte de Espinel, en forma increíble, dicho género ya no se cultiva mucho siendo contados los que se atreven a componer una polca, a pesar de ser muy jaranera.

El historiador Eligio Roceros Espinoza me comentó hace varias semanas sobre la importancia de que se reconozca la obra de uno de nuestros más grandes compositores de música criolla, como lo es Pedro Espinel, especialmente sabiendo que en el 2008 se celebrará el centenario de su nacimiento. Espero que alguna entidad cultural abogue por tal reconocimiento, permitiendo, de paso, que se le de una mayor difusión e impulso a la polca para que resurga. Es lo menos que podemos hacer en honor a tan grande compositor, como lo fue Pedro Espinel, y en esta labor los medios de comunicación tienen la palabra.

Dario Mejia
Melbourne, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au

Efemerides criollas de Noviembre


Efemérides Criollas de Noviembre

El 2 de noviembre de 1848, en la edición No. 2824 del periódico "El Comercio", se publicó unos versos de Don Ricardo Palma dedicados a la memoria del General Gamarra. Contaba en esa oportunidad con solamente quince años y quizás esos sean sus primeros versos que haya publicado. Los firmó como Manuel Ricardo Palma, firma que empleó inicialmente.

El 3 de noviembre de 1639, falleció Fray Martín de Porres en Lima. En 1962 fue canonizado por el el Papa Juan XXIII pasando a ser desde entonces "San Martín de Porres". Es conocido también como "El Santo de la Escoba".

El 3 de noviembre de 1919, falleció el escritor Abraham Valdelomar en la ciudad de Ayacucho. Autor de cuentos, novelas, poesías, dramas y ensayos, es considerado por muchos como el iniciador del cuento criollo.

El 3 de noviembre de todos los años se celebra la fiesta y procesión de San Martín de Porres, la cual es una tradición peruana de muchísimos años. Tanto en Lima como en otros lugares del Perú y también del mundo entero, los devotos y creyentes de "El Santo de la Escoba" lo recuerdan por su mayor virtud que fue la humildad.

El 4 de noviembre de 1909, nació el escritor Ciro Alegría en Huamachuco, La Libertad. Autor de novelas, una de las cuales, "Duelo de Caballeros", relata el duelo entre dos faites de inicios del siglo XX, que también fue lo que inspiró el vals "Sangre Criolla".

El 5 de noviembre de 1933, Pedro Miguel Arrese Arisméndiz compone el vals "Alma Mía" el cual se lo dedicó a su esposa Carmen María Gallo Guevara.

El 5 de noviembre de 1952, nace la intérprete Cecilia Barraza en Lima. Dueña de una voz exquisita que la ha paseado por diversos escenarios del mundo, condujo por varios años el programa de música criolla de la televisión peruana "Mediodía Criollo".

El 5 de noviembre de 1975, falleció el músico, autor, compositor y director de orquesta Filomeno Ormeño Belmonte. Entre sus composiciones destacan: "Canción del Carnaval", "Rapsodia de valses peruanos", "Los mosaicos criollos", "Festejos Peruanos", "Negrita Caracundé", "La tamalera", "El congorito" y "Labios rojos".

El 8 de noviembre de 1981, falleció Pedro Espinel. Llegó a ser conocido como "El rey de las polcas". Autor de valses y polcas entre las cuales destacan los valses "Alejandro Villanueva", "Celos míos", "Dos reliquias", "El expósito", "El proscrito", "Fin de bohemio", "Idilios pasados", "La voz del corazón", "Páginas rotas", "Pobre ciego", "Remembranzas" y "Rosa Elvira". De este último vals fue el autor de la letra ya que la música le pertenece a Carlos Saco. De las polcas que compuso destacan "Anhelos", "Bom Bom Coronado", "Campesina", "Gracia y donaire", "Ingratitud", "La primavera", "Me atormenta la inquietud", "Morochita", "Ojazos negros", "Promesas falsas", "Seducción", "Sonrisas" y "Soñador".

El 8 de noviembre de 1987, falleció el compositor Pedro Miguel Arrese Arizméndiz. Le pertenece los valses "Alma Mía", "Así es mi tierra", "Canto a Sullana", "Desesperación", "Liberación", "Madre proletaria"; las polcas "La huerta de Catacaos", "Sullanero a mucha honra" y otros temas más.

El 8 de noviembre de 1999, falleció César Miró a la edad de 92 años. Poeta, escritor, intelectual, periodista y amante de nuestra música criolla. Es autor de los valses “Se va la Paloma” (música de Filomeno Ormeño), “Todos Vuelven” y el tondero “Malabrigo” (música de Alcides Carreño).

El 9 de noviembre de 1912, nació el compositor Francisco Reyes Pinglo en Sechura, Piura. Autor de los valses "Amada", "El Peregrino", el tondero "San Miguel de Morropón" y otros más. Compuso la música de los valses "Nativa", "Nostalgia", "Secreto" y la polca "Mañanita", con letras de la poetisa Amparo Baluarte.

El 10 de noviembre de 1995, falleció Augusto Rojas Llerena en Lima. Autor de los valses "Rencor", "Navidad del niño", "Mi retrato", "Presentimiento", "Dulce amada mía", "Milagro", "Pobre mujer" y "Rosa de América".

El 15 de noviembre de 1911, nace en el Callao el músico, intérprete, compositor, profesor y difusor de la música peruana, Polo Bedoya Bambarén. Entre algunas de sus obras se encuentra el vals "Amor Inolvidable" y el haber compuesto la música de los siguientes temas: "Extrañándote" (vals con letra de Raúl Calle ), "Imponente y Altivo" (vals con letra de Diego Vicuña), "Nido Escondido" (vals con letra de Guillermo Vannini), "Separación" (vals con letra de Amparo Baluarte) y la polca "No la puedo amar" con letra de Nicanor De La Puente.

El 15 de noviembre de 1939, nace el compositor Segundo Campoverde Celi en Catacaos, Piura. Autor de valses, polcas, tonderos, himnos, baladas y diversos géneros de entre los cuales destaca el tondero "De Catacaos he venido"; los valses "A mi manera", "Como barcos al garete", "Qué cosa pasó contigo" y "Valija de viaje".

El 20 de noviembre de 1904, nació la folklorista Rosa Elvira Figueroa Núñez en Huánuco. Pionera de bailes folklóricos del Perú, fue la fundadora de la "Escuela Nacional de Música y Danzas Folklóricas" el 1 de junio de 1948 que el estado nacionalizara en 1964 pasando a ser "Escuela Nacional de Música y Danzas Folklóricas Peruanas".

El 22 de noviembre de 1926, nace el compositor Luis Abelardo Takahashi Núñez en Ferreñafe, Lambayeque. Le pertenece los valses "Amarte es mi delirio", "Ansias", "Con locura", "Embrujo", "Engañada" (con letra de Tito Barrera), "Imaginación", "Mal Paso", "Mis anhelos", "Pensando en ti"; las marineras "¡Que viva Chiclayo!", "Sacachispas" y muchos temas más.

El 22 de noviembre de 1940, falleció el pianista y compositor Jorge Bravo de Rueda en el Rímac. Compuso canciones en diferentes ritmos, entre las cuales están "Noche Invernal", "Ojitos Limeños", "Corazón de Gitana" y "Canción del Rímac". Fue el creador del fox incaico siendo su mundialmente famoso "Vírgenes del Sol" quien iniciaría este ritmo; luego seguiría "Túpac Amaru", también de su autoría.

El 23 de noviembre de 1921, Felipe Pinglo compone el one step “El cabaret”.

El 23 de noviembre de 1940, falleció Augusto Paz Nieto. Fue figura principal de un conocido grupo de criollos jaranistas de inicios del siglo XX, "La Palizada".

El 24 de noviembre de 1949, nace el intérprete Manuel Donayre en la ciudad de Cañete, Lima. Es conocido también como el "Diamante Negro" de la música criolla.

El 24 de noviembre de 1953, debuta el trío "Los Romanceros Criollos" en Radio El Sol. Se convirtió en el trío criollo decano del Perú ya que pudo mantener unidos a su fundadores, Julio Alvarez, Lucas Borja y Guillermo Chipana por 49 años, hasta la muerte del guitarrista y cantante Guillermo Chipana a fines de 2002.

El 24 de noviembre de 1991, falleció Raúl Calle. Autor de los valses "Compasión", "Desconfianza", "Falso querer", "Ilusión", "Peregrino", "Yo te perdono" y otros más.

El 24 de noviembre de 2002, un mes antes de la partida de Guillermo Chipana, el trío "Los Romanceros Criollos" realiza su última actuación con ocasión de un agasajo hacia ellos por el 49 aniversario del trío. Se presentaron en la peña "Amistad y Criollismo" del Jirón Ancash, en los Barrios Altos.

El 26 de noviembre de 1930, nace Boris Ackerman en Rumania. Emigró al Perú a inicios de 1935 y obtiene la ciudadanía peruana en 1961. Autor de los valses "Soy Peruano", "No quiero oir tu nombre", "No sé que fue", "Rumor de serenata", "Si conversaras conmigo" y "Tu adorador".

El 26 de noviembre de 1935, Felipe Pinglo compone el vals “La que fue”.

El 27 de noviembre de 2001, falleció el músico Domingo Rullo en el Hospital Casimiro Ulloa. De nacionalidad argentina, vivió en el Perú desde el año 1947. Autor de los valses "Ay Paquita", “Criollos de ayer”, "En el parque", "Esta noche", “Latidos de amor”, "Mi condena", "Soñando", "Te dedico este vals" y otros.

El 29 de noviembre de 2005, falleció Rosa Gutiérrez "Fetiche" en Barranco, Lima. Gran cantante peruana que brilló en México y Argentina donde la conocían como "La Voz Arrulladora del Perú". En 1985, la OEA la seleccionó para que grabara el álbum "Homenaje a Chabuca Granda", con la guitarra de Oscar Avilés.

El 30 de noviembre de 1997, falleció Rafael Otero López. Autor de "Mis algarrobos", "La vidalita", "Ven amor", "Rosa Victoria", "Enma", "Albedrío", "Mis lágrimas", "Porque sigues llorando", y otros más. Su vals "Odiame" es muy famoso a nivel mundial, del cual le pertenece la música; para la letra utilizó parte del soneto "Ultimo Ruego" del poeta tacneño Federico Barreto.

Noviembre de 1928, Felipe Pinglo compone el vals “Medianoche”.

Noviembre de 1929, Felipe Pinglo compone el vals “En la paz del sepulcro”.

Noviembre de 1932, Felipe Pinglo compone la polca “Juan Valdivieso”. Esta polca es la primera canción en homenaje a Juan Valdivieso, el arquero del Alianza Lima, que Pinglo compusiera. Dos años después, el 26 de junio de 1934, Pinglo le compuso una segunda canción que se conoce también con el nombre del gran arquero aliancista, “Juan Valdivieso”.


Dario Mejia
Melboune, Australia
dariomejia999@yahoo.com.au